Jorge Ramos

Hay un dicho en México que refleja lo que está ocurriendo en Estados Unidos: “El miedo no anda en burro”.

Conozco a muy pocas personas que hayan sufrido tanto como el ex presidente de Estados Unidos Joe Biden.

Cuando pase, si es que pasa, los españoles ya saben cómo se va a sentir el fin del mundo.

El tono de las publicaciones de Prevost es moderado y hasta respetuoso. Pero marcan una clarísima distancia con las políticas antinmigrantes del actual Presidente estadounidense.

Ese miedo irracional a morirme y al diablo se sumaba al terror de ser golpeado y humillado por tres sacerdotes que se encargaban de la conducta en la escuela.

¿Dará marcha atrás la Iglesia Católica a los avances del papa Francisco? Espero que no.

La primera novela que leí de Vargas Llosa, “La ciudad y los perros”, tuvo un gran impacto en mi adolescencia.

De entrada, tengo que decir que el silencio no es una opción. El periodismo no es una profesión para los silenciosos.

A pesar de estar rodeado de dos océanos y de dos vecinos distantes, Estados Unidos nunca se aislará totalmente del mundo...

Lo que usamos para escaparnos de la realidad dice tanto de nosotros como aquello en que trabajamos o dedicamos muchas horas del día.

Aún no está muy claro el impacto de esta medida; podría traducirse en menos servicios gubernamentales en otros idiomas.

La violencia sigue siendo el principal reto del nuevo gobierno. A pesar de la narrativa oficial de que hay una tendencia a la baja en la criminalidad...

Dinamarca tiene una larga y heroica historia de resistencia ante los autoritarios.

Como agnóstico confieso que quisiera tener fe. Pero no la tengo.

La geografía no es lo suyo. Para Donald Trump, las fronteras son para saltárselas.