Jorge Ramos

Duele pero hay que decirlo: En México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado.

La palabra “ilegales” está apareciendo por todos lados. Y no sólo entre los que la usan para insultar, sino también entre aquellos que durante muchos años se cuidaron de no utilizarla para referirse a los inmigrantes indocumentados.

Todo indica que hay mucho de qué preocuparse y que México y los mexicanos, en ambos lados de la frontera, serán afectados negativamente por las políticas radicales de Trump.

Gane quien gane la próxima elección presidencial en Estados Unidos, los perdedores serán los inmigrantes.

¿Por qué miente tanto Trump y por qué ataca tanto a los inmigrantes?

Milton fácilmente hubiera entrado en esa clasificación. Son los nuevos superhuracanes.

Los primeros 100 días de Sheinbaum serán fundamentales para saber si se trata de alguien que une o separa.

Andrés Manuel López Obrador fracasó estrepitosamente en su principal responsabilidad como presidente de México: proteger la vida de los mexicanos.

En Estados Unidos un grupo de congresistas y rectores la ha postulado para el Premio Nobel de la Paz. Y, sin embargo, está sola.

Es triste pero ya es lo normal. Cada vez que hay elecciones en Estados Unidos, los candidatos y los partidos se dedican a atacar a los inmigrantes indocumentados para obtener votos.

No hay peor crisis de salud que te maten o te desaparezcan. No, México no es Dinamarca, aunque le aplaudan al Presidente.

Así, como una pareja en problemas que no se atreve a romper, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió poner en “pausa” la relación con Estados Unidos.

Mi principal crítica a este sexenio no es un secreto, han sido los muertos. Ya van más de 180 mil homicidios dolosos desde que AMLO tomó posesión, según cifras oficiales.

¿Cómo deportas a un millón de personas? Por la fuerza, con mucha dificultad, separando familias y causando una terrible conmoción en la comunidad latina de Estados Unidos.

La gente se le volteó al dictador Nicolás Maduro. La gente más pobre, la de los barrios, la que por años defendió el chavismo y salía a las calles a defenderlo, ya no pudo más.