La última idea de Elon Musk: hacer que el Tesla Roadster flote en el aire
En el podcast de Joe Rogan, Elon Musk ha revelado que está trabajando en un sistema que permita al Tesla Roadster flotar en el aire.
En el último episodio del podcast Joe Rogan Experience, Elon Musk ha reconocido que le gustaría que el Tesla Roadster, el nuevo deportivo de la marca, sea capaz de flotar en el aire. Para conseguirlo, haría uso de un propulsor parecido al que utilizan los cohetes espaciales de SpaceX –aunque a menor escala, evidentemente–.
"Quiero que flote, y estaba tratando de averiguar cómo hacer que esto flotara sin, ya sabes, matar gente", explicó el ejecutivo en el podcast. "Tal vez pueda flotar como a un metro del suelo, o algo así. Si caes en picado, se destrozará la suspensión, pero no vas a morir", continuó.
Esta no es la primera vez que Elon Musk menciona la posibilidad de incorporar propulsores similares a los de los cohetes espaciales en el deportivo de Tesla. En el pasado, el magnate reconoció estar trabajando en un "paquete SpaceX" que haría que el Roadster acelere aún más rápido.
Elon Musk, siempre al filo de la regulación
Habrá que esperar un tiempo para saber si Elon Musk ha logrado materializar la idea que ha descrito en el podcast de Joe Rogan. Pero las leyes de la física no son lo único que el magnate tendrá que desafiar. También tendrá que sortear el mayúsculo obstáculo que suponen los organismos reguladores, que tendrían que dar luz verde a un vehículo como este si llegase a estar comercialmente disponible, inica Hipertextual.
No obstante, tanto Elon Musk como Tesla son conocidos por llevar a estos entes reguladores al límite. El ejemplo más reciente, aunque quizá no tan excéntrico, es el volante que la empresa norteamericana ha implementado en los nuevos Model S y Model X.
Este, además de tener una forma diferente a la habitual, carece de palancas con las que accionar los intermitentes o cambiar el modo de conducción. La idea es que la inteligencia artificial del coche alterne automáticamente entre P, R, N y D y que el conductor encienda los intermitentes mediante unos botones situados en el propio volante.
Esta peculiar solución ya ha recibido la luz verde de los reguladores en Reino Unido y Holanda, por lo que es probable que ocurra lo mismo en otros mercados internacionales.