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Trasplante de células devuelve la movilidad a perros lesionados

El estudio es dirigido por el médico Juan Martín Otálora, quien contó los detalles de su innovador trabajo.

Un estudio en Colombia para mejorar la sensibilidad y movilidad de perros con lesiones en la médula espinal, usando el trasplante de células de la mucosa olfatoria a la columna vertebral, abre la puerta para el tratamiento en humanos.

Quien está al frente de la investigación es el médico veterinario Juan Martín Otálora, con 30 años de experiencia en clínica y cirugía de pequeños animales, indica RT. El especialista se graduó en la Universidad Nacional de Colombia y terminó en 2021 una maestría en Neurociencias en la misma casa de estudios.

El especialista trabaa en mascotas que han sufrido accidentes que les causaron lesiones en la médula espinal y que recuperaron la sensibilidad, e incluso la movilidad, en sus miembros posteriores, luego del trasplante de un tipo de células del sistema nervioso central.

Esperanza para los humanos

Para esta investigación se tomó en cuenta que los perros pueden servir como base para estudiar padecimientos que también hay en los humanos. Al utilizar a los caninos, se pueden hacer investigaciones y extrapolar los resultados a las personas.

"En Colombia, somos pioneros en este tipo de trasplante de células de la glía envolvente olfatoria en casos clínico de lesión medular en caninos".

En este caso, explica el médico, se trabajó con lesiones medulares que no fueran producidas en el laboratorio, si no que las mascotas las habían sufrido por algunos accidentes.

Es la primera vez que este tipo de estudio se hace en Colombia, comenta. "Y no dudamos en decir que en América, porque somos pioneros en este tipo de trasplante de células de la glía envolvente olfatoria en casos clínico de lesión medular en caninos", agrea.

Células de la glía

Las células de la glía envolvente olfatoria se pueden encontrar en la mucosa olfatoria y el bulbo olfatorio de mamíferos y vertebrados en general. Su tarea principal es ser enlace, soporte y asistencia de las neuronas.

"En la mucosa olfatoria hay renovación constante de células olfatorias. Todos los días mueren células que captan olores y son reemplazadas por nuevas. Esas nuevas deben dirigir su crecimiento hacia el bulbo olfatorio y hacer conexión con neuronas de segundo orden en ese punto", explica el experto.

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Las células de la glía rodean las nuevas células olfatorias y guiarlas en ese proceso de crecimiento para que no se pierdan y hagan conexión en ese sitio específico del sistema nervioso central, explica el especialista.

"Fueron propuestas debido a esas propiedades como candidatas a trasplantes celulares en lesiones del sistema nervioso", agrega Otálora. Además dice que para desarrollar esta investigación se basó en la revisión de literatura general sobre el tema, tanto a nivel internacional como en Colombia (sobre todo los escritos de las doctoras Rosa Margarita Gómez y Lucía Botero, quienes trabajaron en lesión medular en ratas).

Primeramente para encontrar el lugar de la lesión en la médula espinal del perro se hace un examen clínico, uno neurológico y se usan imágenes diagnósticas, inicialmente de rayos X, para descartar alteraciones ortopédicas. Después, se hace resonancia magnética para ver la médula espinal con precisión, indica RT.

¿Qué es lo innovador de este estudio?

En este trabajo desarrollado por este médico colombiano hay tres aspectos:

Se utilizaron perros que sufrieron lesión medular de manera natural, no en el laboratorio.

La toma de la muestra que se hizo ingresando por los orificios de la nariz a la cavidad nasal. Allí, con un endoscopio y mediante una pinza, se tomó un pellizco de la mucosa olfatoria.

Se evitó un proceso quirúrgico debido a que otros investigadores hacen incisión de huesos en la cara del paciente, hueso nasal y frontal, para obtener la muestra de mucosa.

La técnica del trasplante también fue distinta. Se hizo con una aguja, como aplicando una inyección, y se atravesaron piel y músculos hasta llegar al espacio intervertebral, donde se aplicó la la suspensión con células en el sitio preciso de la lesión con una jeringa. En otros casos estos procedimientos son invasivos y requieren cirugía de columna, donde hay incluso que retirar alguna porción ósea de la vértebra, en el sitio de la lesión.

Los resultados

Tras la investigación, algunos pacientes recuperaron sensibilidad, "es decir que al pellizcárseles sus miembros posteriores reaccionan de manera agresiva, lo que demuestra que estaban sintiendo", asevera.

"No estamos diciendo que tenemos la cura total para este padecimiento, pero sí abrimos una ventana de esperanza para que a través de la investigación se siga trabajando y podamos llegar algún día a tener solución".

En los casos de mascotas que estaban paralizadas, algunas pudieron ponerse de pie, otras llegaron a caminar, con dificultad, y algunas lo hacen bien ahora. "Depende de muchos factores y variables como el tipo de lesión, el tiempo de la lesión, entre otros", dice.

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