"Qué sueño tan perro tuve": Los lomitos son capaces de soñar, confirma la ciencia

Tendrás que vigilar tus movimientos, porque según la ciencia, quizá despiertes a tu perro de un muy buen sueño.

Investigaciones han confirmado que casi todos los animales tienen la capacidad de soñar. No obstante, los mamíferos han demostrado un mayor número de indicios, especialmente animales domésticos como los perros. "El mejor amigo del hombre" presenta espasmos, movimientos de cola y gruñidos mientras está durmiendo.

Michel Jouvet y J. F. Delorme, en la década de 1960, comprobaron que los perros no presentan parálisis temporal como los humanos mientras dormitan, por lo que su etapa de sueño es más activa que la fase REM que tienen los humanos.

Adrian Morrison, veterinario y neurólogo, años después llegó a la conclusión de que los perros se mueven mientras duermen porque siguen estímulos que viven todos los días, como correr, emocionarse por perseguir su juguete y mover la cola.

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Quizá mueva la cola porque esté soñando contigo

Se encontró que los perros tienen una actividad eléctrica en el cerebro muy parecida a los humanos en un estudio realizado en Massachusetts. Es por ello que investigadores llevaron a cabo registros eléctricos de hipocampos con ciertos patrones, además de hacer registros durante la noche, cuando los perros están inconscientes. Encontraron que los registros se repetían.

Fue así como se confirmó que los perros sueñan con experiencias que viven en su día, despiertos; lo que responde a que su respiración se vuelva irregular. Si se levantan los párpados del perro, se observará que los globos ocultares se mueven de un lado hacia a otro, como también sucede en la etapa REM de los humanos.

De esta manera, los científicos concluyeron que los perros tienen experiencias oníricas similares a nosotros. Quizá te sientas solo, pero si mantienes tu lomito feliz, quizá haya alguien quien te sueñe regularmente.

No te asustes si ves a tu perro tener espasmos por la noche. Tu compañero probablemente esté soñando contigo, o persiguiendo a su pelota, como lo haría en un día normal.