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Inteligencia artificial revela cómo se vería Afrodita en la vida real

Afrodita es, en la mitología griega, la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor.

La mitológica diosa griega Afrodita, conocida por su conexión con la belleza, la sensualidad y el amor, ha sido visualizada en la vida real a través de la mirada de la inteligencia artificial de Midjourney.

Esta tecnología ha recreado la imagen de Afrodita emergiendo del mar, una representación de su origen mítico relacionado con la espuma.

¿Cómo se la imaginó la IA?

En las interpretaciones generadas por la inteligencia artificial, Afrodita se presenta como una mujer majestuosa con corona dorada y flores adornando su cabello ondulado mientras emerge de las aguas marinas.

La visión de la IA destaca la elegancia de esta diosa, vistiendo ropas de reina, con ojos verdes cautivadores y labios rojos prominentes.

Cabe resaltar que, a pesar de ser comúnmente referida como “la diosa del amor” en la cultura moderna, en la antigüedad su esencia estaba asociada más al ámbito erótico que al romántico.

Afrodita, casada con Hefesto pero con amantes notorios como Ares, deja entrever su compleja figura mitológica.

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¿Quién fue Afrodia?

En la mitología griega, Afrodita, equivalente a Venus en la romana, es la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor. Aunque modernamente se la denomina “la diosa del amor”, en la antigüedad su connotación se refería más al amor erótico que al romántico.

A pesar de estar casada con Hefesto, tuvo otros amantes, destacando Ares como su favorito, y mantuvo relaciones con Hermes. Formaba parte del panteón de los doce dioses olímpicos junto a sus hermanos. Su nombre ha dado origen a palabras como afrodisíaco y hermafrodita, mientras que su equivalente romano, Venere, dio lugar a venerar y venérea en referencia a lo sexual.

Afrodita cuenta con equivalentes en otras mitologías, como Inanna en la sumeria, Astarté en la fenicia, Turan en la etrusca y Venus en la romana. La diosa, asociada con deidades indoeuropeas de la aurora, tuvo su culto establecido por los asirios y posteriormente por pafosianos de Chipre y fenicios en Ascalón, según Pausanias. Su nombre, relacionado etimológicamente con la espuma (aphrós), se personificaba en un mito etiológico conocido desde tiempos de Hesíodo.

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