SpaceX está lista para la tercera prueba de su nave Starship
Starship está diseñado por SpaceX para ser un sistema de transporte reutilizable capaz de llevar tripulación y carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá.
El majestuoso Starship de SpaceX, la nave espacial más grande y poderosa fabricada hasta la fecha, ha sido erigido en una plataforma de lanzamiento en Texas (EE.UU.), en preparación para llevar a cabo su tercera prueba de vuelo, la cual podría tener lugar la mañana de este jueves.
El martes, SpaceX compartió en su cuenta oficial un par de fotografías que muestran al cohete de 122 metros de altura en posición vertical en una plataforma en Starbase, la base ubicada en la región texana de Boca Chica, donde la compañía de Elon Musk realiza sus operaciones.
Starship está diseñado por SpaceX para ser un sistema de transporte reutilizable capaz de llevar tripulación y carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá.
La compañía ya ha anunciado su intención de realizar esta tercera prueba el jueves, con una ventana de lanzamiento programada a partir de las 7:00 hora local (12:00 GMT), aunque también contempla fechas alternativas para el viernes, sábado y lunes próximos.
Sin embargo, antes de que esto ocurra, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) debe otorgar una licencia para el vuelo, la cual según medios especializados estadounidenses podría ser emitida hacia el final del día miércoles.
Elon Musk, CEO de SpaceX, ha señalado que aunque la FAA apruebe el lanzamiento para el jueves, las condiciones climáticas podrían obligar a posponer el despegue hacia el final de la semana, como advirtió en su cuenta de Twitter.
Esta prueba sigue a dos intentos realizados en abril y noviembre del año pasado, los cuales no lograron completar el trayecto previsto de casi una órbita alrededor del planeta, terminando con amerizajes en el océano Pacífico aproximadamente 90 minutos después del lanzamiento.
En el primer intento, las dos etapas del Starship no se separaron correctamente, lo que llevó a los controladores de la misión a activar un sistema de emergencia que detonó el cohete de manera controlada unos cuatro minutos después del despegue. En el segundo intento, aunque también terminó en una explosión, se logró la separación de ambas etapas, proporcionando datos valiosos para el desarrollo futuro de Starship, según la empresa.
La próxima prueba se realizará después de que la FAA concluyera una investigación sobre el segundo intento, que resultó en la identificación de siete acciones correctivas necesarias en la primera etapa del cohete (Super Heavy) y diez en la segunda etapa (Starship).
Para esta tercera prueba, SpaceX tiene planeado un nuevo trayecto que culminará en el océano Índico después de poco más de una hora de vuelo. Durante esta misión, la empresa probará nuevas técnicas, como la quema de motores en el espacio, y llevará a cabo una transferencia de combustible de un tanque a otro dentro de la nave, con miras a futuras misiones, incluyendo el programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo enviar misiones tripuladas a la Luna en 2026.
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