El cometa “diablo” ya se puede ver en el cielo nocturno en el hemisferio norte
El “diablo” ha sido objeto de observación en misiones espaciales anteriores a través del Sistema Solar interior
El cometa conocido como “12P/Pons-Brooks”, popularmente apodado el “diablo” por la forma de sus cuernos, ya se encuentra visible en los cielos nocturnos del hemisferio norte de la Tierra. Según los registros de la NASA, este cometa es altamente apreciado tanto por astrónomos profesionales como aficionados debido a sus espectaculares estallidos de gas y polvo. Posee un periodo orbital de aproximadamente 71 años y un núcleo con un ancho de alrededor de 30 kilómetros.
El “diablo” ha sido objeto de observación en misiones espaciales anteriores a través del Sistema Solar interior, lo que ha permitido a los científicos estudiar sus características y comportamiento. Se ha confirmado que, al igual que otros cometas similares en apariencia y comportamiento, está compuesto principalmente por hielo, polvo y material rocoso. Cuando se aproxima al Sol, el calor provoca la transición del hielo del cometa de un estado sólido a uno gaseoso.
Según la información proporcionada por la NASA, el gas que escapa de la superficie del cometa arrastra consigo el polvo, formando una extensa nube y una cola que son desplazadas lejos del Sol por el viento solar. La visibilidad del cometa puede variar considerablemente, mostrándose muy brillante cuando está altamente activo y cercano a la Tierra, o débil en otras ocasiones.
Se espera que el cometa alcance su punto más cercano a la Tierra en junio de 2024, aunque en ese momento no será visible desde el hemisferio norte. No obstante, ha sido observable desde finales de marzo y durante los primeros días de abril, antes de continuar su órbita y no regresar a la Tierra hasta 2095.
El nombre “12P/Pons-Brooks” honra a dos destacados observadores de cometas en la historia: el astrónomo francés Jean-Louis Pons (1761-1831) y el británico-estadounidense William Robert Brooks (1844-1921), a quienes se les atribuye el descubrimiento del “diablo”.
La NASA enfatiza la importancia científica de estos objetos, considerados como “antiguos icebergs cósmicos”, con una edad aproximada de 4.600 millones de años, formados simultáneamente con el Sol, la Tierra y los demás planetas. Los núcleos de los cometas, que suelen tener entre 1 y 50 kilómetros de diámetro, están compuestos por polvo y hielo que se vaporiza parcialmente cuando son calentados por el Sol.
Se cree que los impactos de cometas y asteroides pueden haber contribuido a la presencia de agua en la Tierra y a los depósitos de hielo en los cráteres lunares. La característica más distintiva de un cometa son sus colas, las cuales son responsables de las lluvias de meteoritos anuales, cuando la Tierra atraviesa nubes de polvo dejadas por estos cuerpos celestes.
El “12P/Pons-Brooks” es un “cometa cercano a la Tierra”, lo que significa que orbita alrededor del Sol en menos de 200 años y se aproxima lo suficiente como para cruzar la órbita terrestre. Son mucho más raros que los asteroides cercanos a la Tierra, ya que según los datos de la NASA se conocen 122 cometas “cercanos” en comparación con casi 35.000 asteroides.
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