China llevará tres proyectos internacionales a la Luna
Francia, Suecia e Italia se preparan para analizar muestras obtenidas en el lado oculto del satélite
PEKÍN, China.- Esta semana, la República Popular China anunció la inclusión de tres valiosas cargas útiles científicas internacionales que partirán en la próxima misión lunar Chang’e 6, la cual despegará desde la provincia insular meridional de Hainan en las próximas semanas.
Esta misión, que sigue los pasos de su predecesora, Chang’e 5, consta de cuatro componentes clave: un orbitador, un módulo de aterrizaje, un ascensor y un módulo de reentrada. Su objetivo principal es recolectar muestras de polvo y rocas lunares para su análisis en la Tierra, una hazaña que hasta ahora solo han logrado Estados Unidos, la extinta Unión Soviética y China, pero nunca desde la cara oculta de la Luna.
Entre las cargas útiles seleccionadas se encuentra un instrumento de medición de radón de la agencia espacial francesa (CNES), que se dedicará al estudio del movimiento del polvo lunar y ciertos compuestos volátiles, según informó la Administración Espacial de China.
El segundo instrumento es un retroreflector láser pasivo del Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia, el cual servirá como telémetro láser para el módulo de aterrizaje de la Chang’e 6.
Por último, el tercer instrumento, desarrollado por el Instituto Sueco de Física Espacial con el apoyo de la Agencia Espacial Europea, será el primer dispositivo dedicado a iones negativos enviado fuera de la Tierra, con el fin de detectar iones negativos emitidos desde la superficie lunar como resultado de la interacción con el viento solar.
Explorando la cara oculta de la Luna: Una colaboración internacional
Más de 20 propuestas de agencias espaciales y organizaciones de investigación extranjeras compitieron por la oportunidad de unirse a la misión Chang’e 6 y aterrizar en el lado menos conocido de la Luna, una región que ha sido objeto de numerosas especulaciones por parte de científicos.
Yang Yuguang, vicepresidente del Comité de Transporte Espacial de la Federación Astronáutica Internacional, citado por el diario China Daily, señaló que abrir las naves espaciales de una nación a las cargas útiles de otras naciones se ha convertido en una “práctica común” entre las potencias espaciales, pues la cooperación internacional, según Yuguang, puede “maximizar el valor científico” de una misión espacial, lo que beneficia a toda la comunidad científica mundial.
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En los últimos años, China ha invertido fuertemente en su programa espacial, logrando hitos significativos como el alunizaje exitoso de las misiones lunares Chang’e y la construcción de su propia estación espacial.
Se prevé que la aeronave alunice este año en la Cuenca del Polo Sur-Aitken, región que ha generado intriga durante mucho tiempo. Si la misión tiene éxito, esta sería la primera vez que se obtengan muestras de la cara oculta de la Luna, lo que podría revelar información valiosa sobre la historia de nuestro satélite y proporcionar nuevas perspectivas sobre su formación y evolución.
El programa Chang’e, bautizado así en honor a una diosa que, según las leyendas chinas, vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda en 2007.