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Solo un 5 % de la terapias que se ponen a prueba en animales logran llegar al uso humano

Desde el momento en que una terapia se prueba en animales hasta que se aprueba para uso humano, hay un largo proceso

Desde el momento en que una terapia se prueba en animales hasta que se aprueba para uso humano, hay un largo proceso, y muchas terapias quedan en el camino. Según un estudio, solo el 5% de ellas logra la aprobación reglamentaria para su uso en personas.

Un estudio liderado por la Universidad de Zúrich y publicado en Plos Biology revisó 122 investigaciones biomédicas que describen 54 enfermedades humanas y 367 intervenciones terapéuticas.

La proporción global de terapias que pasaron de estudios con animales a estudios con humanos fue del 50%; un 40% avanzó a ensayos clínicos controlados aleatorizados, y solo el 5% (una de cada 20 terapias) obtuvo la autorización reglamentaria de las autoridades.

El tiempo promedio para alcanzar las diferentes etapas fue de cinco años hasta cualquier estudio en humanos, siete años hasta los ensayos controlados aleatorizados y diez años hasta la aprobación reglamentaria.

El estudio también concluye que existe una concordancia en los resultados positivos en modelos animales y en humanos en un 86% de los casos.

Los estudios con animales se utilizan en la investigación básica para entender aspectos de las enfermedades humanas y han sido fundamentales para ciertas innovaciones terapéuticas, aunque hay varios pasos a seguir antes de que un tratamiento pueda ser aprobado para uso humano.

En los debates sobre la ética de la investigación con animales, la traslación clínica es una de las principales justificaciones para este tipo de trabajo, a pesar de que hay pocos datos sobre cuántos estudios superan cada paso y son finalmente aprobados.

Aunque el número de estudios que superan la primera fase es mayor de lo que sugerían estudios anteriores, la baja tasa de aprobación final sugiere que podría haber deficiencias que deben corregirse en el diseño de los estudios tanto en animales como en las primeras fases clínicas.

Los autores del estudio abogan por “una mayor solidez en el diseño de los estudios en animales y humanos, lo que no solo beneficiará a los animales de experimentación, sino también a los pacientes”.

El investigador Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), comentó sobre el trabajo, en el que no participó, que concuerda con la interpretación de los autores para explicar que solo el 5% de los estudios con animales llegan a ser aprobados en humanos.

Es decir, existen “limitaciones en el diseño tanto de los experimentos con animales como de los ensayos con personas”, dijo Montoliu citado por el Science Media Centre, una plataforma de recursos para el periodismo científico.

Los experimentos con animales siguen siendo necesarios en biomedicina para avanzar en el desarrollo de terapias para tratar enfermedades que afectan tanto a los propios animales como a los humanos.

Montoliu considera que se debería “mejorar los diseños experimentales, tanto a nivel preclínico como a nivel clínico, para así incrementar el porcentaje de estudios con animales que llegan a confirmarse en seres humanos”.

En otro comentario sobre el estudio, Jordi Gracia-Sancho, profesor de investigación en IDIBAPS-Hospital Clínic de Barcelona, escribió que se deben tomar “con cautela sus conclusiones”, ya que el análisis se basa en una evaluación de artículos de revisión ya publicados y, por tanto, puede existir cierto sesgo derivado de las conclusiones u opiniones de los autores.

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