Acuario en China sorprende con tiburón robot y causa polémica

SHENZHEN, CHINA.- Un nuevo caso ha causado revuelo en redes sociales, y una vez más, un zoológico en China está en el ojo del huracán. Esta vez, se trata del acuario Xiaomeisha Sea World, ubicado en Shenzhen, que el 1 de octubre de 2024 reabrió sus puertas después de cinco años de remodelación, ofreciendo a sus visitantes una exhibición de un tiburón ballena. Sin embargo, lo que parecía ser una impresionante presentación del animal marino más grande del mundo resultó ser algo muy distinto a lo esperado.

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Un tiburón ballena... ¿falso?

Al ingresar al acuario, los visitantes se encontraron con lo que pensaban era un tiburón ballena real, pero pronto descubrieron que la criatura que nadaba en el tanque era, en realidad, un robot controlado mecánicamente. Este descubrimiento generó una ola de reacciones negativas, tanto en el lugar como en redes sociales.

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Un usuario de la plataforma Xiaohongshu expresó su decepción al decir:

Cuando escuché el nombre, estaba lleno de expectativas, pero cuando llegué, vi un tiburón ballena mecánico. No es nada interesante”

¿Por qué un tiburón robot?

El acuario Xiaomeisha Sea World defendió su decisión de utilizar un tiburón robot en lugar de un ejemplar real. Según explicaron a medios locales, su intención no era engañar a los visitantes, sino encontrar una alternativa ética. Debido a que el comercio de tiburones ballena está prohibido en China por razones de conservación, el uso de un robot les permite mostrar una representación de este impresionante animal sin incurrir en prácticas ilegales.

Sin embargo, esta explicación no fue suficiente para calmar la indignación de algunos usuarios en redes sociales, quienes señalaron que preferirían no ver “ninguno” antes que ser expuestos a un animal falso.

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Los “perros pandas” y otros casos de controversia en China

Este incidente no es el primero en el que instalaciones turísticas chinas recurren a “trucos” para atraer visitantes. Recientemente, el Zoológico Taizhou en Jiangsu también generó controversia cuando exhibió “pandas” que resultaron ser perros de la raza Chow Chow, pintados con los colores característicos de los osos pandas. Esta práctica, que fue descubierta cuando los animales comenzaron a ladrar, provocó indignación entre los visitantes, quienes denunciaron el engaño en redes sociales.

La técnica de pintar perros para que se asemejen a pandas no es nueva y se ha visto en otros zoológicos del país, como el de Shanwei. Estos casos han abierto el debate sobre las prácticas engañosas en los zoológicos y acuarios chinos, cuestionando hasta qué punto es aceptable modificar la apariencia o representación de animales con el fin de atraer turistas.

La respuesta en redes sociales

Las redes sociales han sido el principal medio por el que los usuarios han expresado su frustración ante este tipo de situaciones. En plataformas como Weibo y Xiaohongshu, miles de comentarios han inundado los hilos de discusión sobre la ética de estos espectáculos.

Algunos usuarios han sugerido que los visitantes deberían estar mejor informados sobre lo que realmente están viendo, mientras que otros han pedido regulaciones más estrictas para evitar futuros engaños.

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¿Cuál es el futuro de estos zoológicos?

La polémica que rodea al uso de animales falsos o disfrazados ha generado una mayor atención en la manera en que los zoológicos y acuarios chinos manejan sus exhibiciones. Si bien el objetivo de algunos de estos centros puede ser educativo, como en el caso del tiburón robot que busca sensibilizar sobre la conservación, la falta de transparencia y la expectativa generada entre los visitantes puede tener el efecto contrario.

La reacción de los visitantes del Xiaomeisha Sea World y otros zoológicos en China muestra que el público desea una experiencia más auténtica y ética al interactuar con animales. Aunque el uso de robots o disfraces puede parecer inofensivo para algunos, para otros, representa una falta de respeto hacia los animales y hacia el público que paga por verlos.