Una cuarta parte de los microplásticos provienen de las llantas

Los plásticos representan una de las amenazas más persistentes para el medio ambiente. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se generan más de 430 millones de toneladas de plástico. Una de las consecuencias más preocupantes de este fenómeno es la proliferación de los microplásticos: diminutas partículas que, lejos de permanecer en el entorno, han llegado incluso al cuerpo humano, afectando tejidos como los pulmones y detectándose en la orina.

La Asociación Americana de Química calcula que una persona puede ingerir hasta 52,000 partículas de microplásticos al año. Entre los mayores responsables de esta contaminación se encuentran los neumáticos de automóviles. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que las llantas son responsables del 28% de las partículas plásticas que terminan en los océanos.

Neumáticos y su impacto ambiental

Un reciente estudio publicado en Environmental Research detalla que los neumáticos contienen compuestos químicos como cauchos sintéticos, óxido de zinc y aditivos como el 6PPD. Este último, al reaccionar con agua y aire, se convierte en 6PPD-quinona, un compuesto relacionado con la muerte masiva de peces como el salmón Coho en Estados Unidos. Por su parte, el óxido de zinc resulta extremadamente tóxico para la fauna acuática.

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Microplásticos en el aire pueden generar daños en la salud reproductiva, digestiva y respiratoria

Además, el aumento de vehículos pesados – tanto eléctricos como a gasolina – agrava el problema, ya que desgastan los neumáticos más rápidamente y generan una mayor cantidad de microplásticos. Expertos como Nick Molden y Felix Leach proponen que los fabricantes de automóviles paguen impuestos basados en el peso de sus vehículos, incentivando así el diseño de modelos más livianos bajo el principio de “quien contamina paga”.

La producción de neumáticos también tiene un alto costo ambiental. National Geographic reporta que fabricar una sola llanta para camión requiere cerca de 100 litros de petróleo. Además, un informe de 2013 revela que los neumáticos de camionetas pierden aproximadamente 1.1 kilogramos de caucho durante su vida útil, lo que contribuye significativamente a la acumulación de microplásticos. En Estados Unidos, por ejemplo, se generan unas 1.8 toneladas de microplásticos provenientes de neumáticos cada año, indica Xataka.

Un reto global pendiente

A pesar de la gravedad del problema, los microplásticos generados por automóviles han recibido poca atención en los estudios y debates internacionales. Investigadores como el equipo liderado por Henry Obanya, de la Universidad de Portsmouth, sugieren crear una categoría específica para estos desechos, facilitando así la implementación de medidas políticas dirigidas a mitigar su impacto.

Actualmente, representantes de diversos países discuten un tratado global contra la contaminación plástica, pero las emisiones de los neumáticos apenas figuran en la agenda. Con más de 2,000 millones de neumáticos producidos anualmente, la situación seguirá empeorando si no se toman medidas concretas.

Innovación para un futuro sostenible

La investigación también busca soluciones más ecológicas para la fabricación de neumáticos. Por ejemplo, Euronews destaca proyectos que emplean materiales como dientes de león y aceite de soya para desarrollar cauchos naturales más amigables con el medio ambiente. Este tipo de innovaciones podrían reducir significativamente el impacto de los neumáticos en los ecosistemas globales.

La contaminación por microplásticos es un problema que no podemos ignorar. Solo a través de un enfoque integral que combine investigación, regulación y tecnología podremos enfrentar este desafío y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.