¿CFE competirá con Slim? IFT aprueba que se convierta en nuevo dueño de Altán Redes
El grupo comprende 135 empresas de telefonía e Internet en México.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha dado luz verde a una operación crucial en el sector de telecomunicaciones de México.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), una empresa estatal, será la nueva propietaria de Altán Redes, la operadora que ofrece servicios comerciales 4G-LTE a cerca de 17 millones de usuarios en el país.
Este movimiento, aprobado por el IFT, redefine la dinámica del mercado al colocar a la CFE en un papel preponderante tanto en el ámbito mayorista como minorista de las telecomunicaciones, por lo que podría significar una nueva competencia para Carlos Slim y su compañía, indica El Economista.
El papel del IFT ante CFE
El IFT, respaldado por la Constitución y la legislación sectorial, sigue siendo la autoridad encargada de evaluar y resolver operaciones de concentración en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, además de abordar cuestiones de competencia económica en estas industrias.
Aunque en noviembre de 2023 se identificaron riesgos significativos asociados a la concentración, el IFT aprobó la operación cinco semanas después de anunciar estas preocupaciones.
La decisión incluye condiciones específicas para la CFE y Altán Redes, que serán publicadas formalmente en los próximos días.
¿Qué es Altán Redes, empresa de la que la CFE se hará cargo?
La transición de Altán Redes a manos de la CFE implica que el gobierno federal tomará el control de una red que sustenta a 135 empresas de telefonía e Internet en México.
Este cambio se alinea con los esfuerzos de la CFE para fortalecer su papel en el sector, incluyendo la creación de un fideicomiso con Banco Azteca, denominado F/1320, para liquidar las deudas de Altán Redes con 119 acreedores.
La deuda, valuada en 33 mil 000 millones de pesos en 2024, fue negociada mediante un plan conocido como “Proyecto Quetzal”, con la asesoría de Rothschild & Co México.
Altán Redes había enfrentado dificultades financieras desde 2022, cuando fue rescatada por el gobierno mediante un apoyo de la banca de desarrollo valuado en 266 millones de dólares.
Desde entonces, el gobierno mexicano se convirtió en el principal accionista de la empresa. Ahora, con esta nueva concentración, el Estado no solo fortalece su presencia en el sector mayorista, sino también avanza en la implementación de programas sociales como telemedicina y educación a través de la conectividad.
Implicaciones para el mercado y el T-MEC
La aprobación de esta operación ocurre en un contexto delicado para el mercado de telecomunicaciones. Empresas como AT&T y Telcel enfrentan altos costos por la explotación del espectro en México, lo que contrasta con las inversiones estatales en infraestructura a través de Altán Redes.
El IFT ahora debe justificar cómo esta concentración no causará distorsiones de mercado ni violará los compromisos establecidos en el T-MEC, dado que Altán competirá en el segmento comercial siendo una empresa público-privada.
Perspectivas futuras
Este movimiento también antecede a la Licitación IFT-12 de espectro para servicios 5G, un proceso que enfrenta tensiones con el gobierno federal.
Con la CFE posicionándose en ambas verticales del negocio —mayorista y minorista—, surgen dudas sobre la equidad en la competencia y el impacto de este nuevo modelo en el desarrollo del sector.
En suma, la transición de Altán Redes a manos de la CFE representa un momento histórico que redefine el panorama de las telecomunicaciones en México, con implicaciones tanto para los usuarios como para los actores del mercado y las relaciones comerciales internacionales.
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