La mejor hora para caminar y reducir el azúcar en sangre, según la Ciencia
Incorporar una breve caminata tras cada comida podría ser una estrategia simple pero poderosa

Incorporar una breve caminata tras cada comida podría ser una estrategia simple pero poderosa para mejorar la salud metabólica. Un estudio de la Universidad de Limerick, publicado en Sports Medicine, señala que caminar tan solo unos minutos después de comer ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre, disminuyendo el riesgo de desarrollar problemas como la diabetes tipo 2.
Pequeños esfuerzos, grandes beneficios
A diferencia de lo que se podría pensar, no es necesario recorrer largas distancias ni realizar ejercicio intenso. De acuerdo con la investigación, apenas dos a cinco minutos de movimiento ligero tras una comida pueden generar efectos positivos. Esto es particularmente relevante en un mundo donde el sedentarismo es cada vez más común y las enfermedades metabólicas siguen en aumento.
El impacto en la glucosa y la insulina
Después de ingerir alimentos, los niveles de glucosa en sangre aumentan. Si esta glucosa no se procesa adecuadamente, puede derivar en resistencia a la insulina y otros problemas metabólicos. Caminar activa los músculos, los cuales absorben parte de esa glucosa y la utilizan como energía, evitando picos peligrosos en la sangre.
Además, el simple hecho de moverse tras una comida también puede reducir el estrés, otro factor que influye en la regulación de la glucosa. La hormona cortisol, liberada en momentos de tensión, dificulta el control del azúcar en sangre. Por lo tanto, una caminata no solo tiene beneficios físicos, sino también psicológicos, mejorando el bienestar general.
¿Cuándo es el mejor momento para caminar?
El estudio destaca que la franja horaria óptima para caminar se encuentra entre los 60 y 90 minutos posteriores a la comida. En este periodo, la glucosa en sangre alcanza su punto máximo, y una caminata en ese momento ayuda a reducir su impacto. Según los investigadores, interrumpir el sedentarismo con pequeños desplazamientos puede disminuir los niveles de glucosa en un 17% en comparación con quienes permanecen inactivos.
Pequeñas acciones, grandes cambios
Aunque comúnmente se recomienda caminar 30 minutos al día para mejorar la salud, esta investigación sugiere que incluso pausas breves de movimiento pueden generar beneficios notables. Se ha observado que personas que se levantan y caminan durante unos minutos cada cierto tiempo reducen su nivel de glucosa en un 9.5%. Aún más significativo es el dato de que quienes hacen caminatas ligeras después de comer logran una reducción del 17%.
Para quienes llevan un estilo de vida sedentario debido al trabajo de oficina o al teletrabajo, esta estrategia representa una solución accesible para mejorar la salud metabólica sin necesidad de cambios drásticos en la rutina diaria.
Ejercicio y sensibilidad a la insulina
Otro estudio publicado en PNAS refuerza la idea de que el ejercicio, incluso en dosis bajas, mejora la sensibilidad a la insulina. Cuando nos movemos, los músculos liberan microARNs a través de exosomas que viajan por el torrente sanguíneo y regulan la expresión genética en el hígado, optimizando la respuesta del cuerpo a la insulina.
Estos hallazgos confirman que el ejercicio no solo fortalece los músculos y quema calorías, sino que también opera a nivel molecular, ayudando a prevenir enfermedades metabólicas y promoviendo un metabolismo más saludable, indica Xataka. Así, algo tan simple como caminar tras una comida podría marcar la diferencia en nuestra salud a largo plazo.
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