Estudio vincula dos aditivos alimentarios con mayor riesgo de diabetes tipo 2
Los aditivos alimentarios, omnipresentes en los productos ultraprocesados, forman parte habitual de lo que comemos.

Los aditivos alimentarios, omnipresentes en los productos ultraprocesados, forman parte habitual de lo que comemos. Sin embargo, un estudio reciente advierte que ciertas combinaciones de estos compuestos podrían estar vinculadas a un aumento leve del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La investigación, publicada en la revista PLOS ONE y llevada a cabo por científicos franceses, identifica dos mezclas de aditivos particularmente sospechosas. Una se encuentra comúnmente en productos como salsas, caldos, grasas industriales y postres lácteos; la otra es típica de bebidas con edulcorantes artificiales y refrescos.
Tradicionalmente, los estudios sobre seguridad alimentaria han evaluado cada aditivo por separado. Pero esta vez, el equipo de investigación —liderado por la Universidad de la Sorbona de París— analizó los efectos combinados de cinco mezclas frecuentes, tomando en cuenta la forma en que suelen coincidir en alimentos que se consumen juntos.
Los productos ultraprocesados no suelen contener un único aditivo, sino varios con funciones distintas: conservación, textura, color, o sabor. El estudio no solo rastreó qué combinaciones eran más comunes, sino también su posible vínculo con problemas metabólicos.
Aunque se trata de un estudio observacional —lo que significa que no puede establecer causalidad directa—, los hallazgos coinciden con experimentos de laboratorio recientes que alertan sobre los llamados “efectos cóctel”: interacciones entre compuestos que pueden amplificar o modificar sus efectos.
El análisis se basó en los datos de salud y consumo de más de 108.000 adultos franceses, participantes en la cohorte NutriNet-Santé, durante un seguimiento promedio de 7,7 años.
De las cinco mezclas estudiadas, solo dos mostraron una relación significativa con el aumento de casos de diabetes tipo 2, incluso después de ajustar por factores como la calidad de la dieta, el estilo de vida y datos sociodemográficos.
La primera mezcla, frecuente en alimentos salados y grasos, incluía varios emulsionantes (como almidones modificados, goma guar, carragenanos y polifosfatos), un conservante (sorbato potásico) y un colorante (curcumina).
La segunda combinación, típica de bebidas artificialmente endulzadas, contenía acidulantes, reguladores del pH, colorantes como el caramelo de sulfito amónico, edulcorantes como el aspartamo y el acesulfamo-K, así como agentes estabilizantes y de recubrimiento como la goma arábiga y la cera de carnauba.
Los investigadores observaron que estos aditivos no actúan necesariamente de forma independiente: podrían influirse entre sí, alterando sus efectos en el cuerpo humano, indica EFE.
“Varios de estos compuestos, presentes en múltiples productos del día a día, tienden a consumirse en combinación, y ciertas mezclas parecen estar ligadas a un mayor riesgo de diabetes tipo 2”, explicó Marie Payen de la Garanderie, investigadora del INSERM y autora principal del estudio.
La científica subrayó la importancia de continuar investigando para comprender mejor las posibles sinergias o conflictos entre los distintos aditivos, y cómo estos podrían afectar a nuestra salud a largo plazo.
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