Astrónomos detectan el planeta errante más pequeño encontrado
Existen planetas que vagan libremente por el espacio sin estar ligados a ninguna estrella, ya que se separaron de sus sistemas planetarios hace millones de años.
Existen planetas que vagan libremente por el espacio sin estar ligados a ninguna estrella, ya que se separaron de sus sistemas planetarios hace millones de años. Ahora, una nueva investigación describe el planeta errante más pequeño descubierto hasta la fecha.
Los planetas interestelares, también conocidos como planetas errantes, no están atados gravitacionalmente a ninguna estrella, lo que significa que literalmente se encuentran vagando por el espacio interestelar. Que este tipo de cuerpos planetarios existan da un poco de miedo, aunque los planetas errantes podrían ser excepcionalmente comunes, y algunas investigaciones afirman que podría haber miles de millones de ellos en la Vía Láctea.
Los planetas errantes comienzan su obstinado viaje después de ser expulsados de su lugar de nacimiento por poderosas perturbaciones gravitacionales. De hecho, nuestro propio Sistema Solar puede haber perdido un planeta de esta manera, ya que Júpiter arrojó a las profundidades del espacio un planeta así hace unos 4000 millones de años. No se cree que la mayoría de planetas interestelares puedan ser particularmente grandes, ya que las teorías de formación de planetas sugieren que deberían tener un peso entre 0,3 y 1 masas terrestres, aunque también pueden existir exoplanetas del tamaño de Júpiter.
En una nueva investigación publicada la semana pasada en The Astrophysical Journal, un equipo de astrónomos habló sobre el planeta errante más pequeño jamás descubierto hasta la fecha. Su trabajo concuerda con la idea de que la mayoría de los planetas errantes son relativamente pequeños. Como muestra el nuevo estudio, la masa de este planeta está en algún punto entre 0,3 masas terrestres y 2,0 masas terrestres (por ponerlo en comparación: Marte tiene poco más de 0,1 masas terrestres). Pero los datos recopilados por Gaia Collaboration sugieren que está más cerca de la cifra pequeña, por lo que probablemente sea un “objeto de masa inferior a la Tierra”, como explican los investigadores.
Los planetas errantes pueden ser comunes, pero son extremadamente difíciles de detectar. Normalmente, se consiguen detectar estos exoplanetas cuando pasan frente a una estrella anfitriona, lo que provoca —desde nuestra perspectiva— una caída temporal de la luminosidad (este método se conoce como detección de tránsito). Si esto vuelve a suceder días, meses o años después, los científicos saben que están tratando con un exoplaneta que está unido a su estrella anfitriona. Esto no se aplica a los planetas errantes, que necesitan de otro método que fue predicho en la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.
Este método se conoce como lente gravitacional y, al igual que la detección de tránsito, implica la conjunción de dos objetos estelares desde nuestra perspectiva. Pero en lugar de oscurecer a una estrella, la conjunción dobla la luz, formando un anillo de forma temporal alrededor del objeto que se encuentra en primer plano, indica Gizmodo.
“Si un objeto masivo (una estrella o un planeta) pasa entre un observador terrestre y una estrella distante, su gravedad puede desviar la luz de la fuente” explicó en un comunicado Przemek Mroz, autor principal del nuevo estudio y académico del Instituto de Tecnología de California. “Las posibilidades de observar una microlente gravitacional son extremadamente escasas porque tres objetos (fuente, lente y observador) deben estar casi alineados a la perfección. Si observáramos solo una estrella fuente, tendríamos que esperar casi un millón de años para ver a la fuente afectada por la microlente”.
Mroz y sus compañeros son miembros del OGLE (Experimento de lente óptica gravitacional) y utilizaron el Telescopio Varsovia que se encuentra en el Observatorio Las Campanas en Chile para hacer el descubrimiento. El equipo del OGLE tiene ya experiencia con esta técnica, y ha conseguido detectar muchos planetas errantes antes. Para aumentar las probabilidades de detección, el equipo apuntó su telescopio al bulbo galáctico que hay en el centro de la Vía Láctea, dando como resultado la microlente gravitacional mencionada, que fue bautizada como OGLE-2016-BLG-1928.
Además del anillo de luz gravitacional, los astrónomos tuvieron en cuenta otro factor importante: la duración del evento. Los objetos realmente masivos pueden crear microlentes que duren días, mientras que algunos planetas errantes solo producen eventos de unas pocas horas. Estas mediciones tienen su importancia, ya que en función de la duración se puede estimar la masa del objeto.
Debido a que el evento de OGLE-2016-BLG-1928 duró solo 42 minutos, probablemetne estemos ante un objeto de masa relativamente baja. El tamaño estimado se encuentra en algún punto entre la masa de Marte y la de la Tierra, aunque los autores dicen que lo más probable es que sea tres veces el tamaño de Marte. Esos 42 minutos son el efecto de “microlente más corto descubierto hasta la fecha”, según el estudio. Es posible que este exoplaneta en realidad orbite alrededor de una estrella, pero los científicos no pudieron detectarla.
Lamentablemente, esto es todo lo que sabemos sobre este pequeño planeta errante. Otros datos, como su composición química o su temperatura, no se pueden conocer de momento debido a ciertas limitaciones astronómicas. Con suerte, podremos conocer esos detalles en el futuro, a medida que continuemos investigando estos fascinantes objetos.
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