Las estrellas no se podrán ver en 20 años por la contaminación lumínica
La gran cantidad e intensidad de luces en las urbes podrían tener efectos negativos sobre la salud humana.
Si bien las ciudades no son lugares idóneos para ver las estrellas, la contaminación lumínica generada por el alumbrado artificial en la noche, además de tener consecuencias negativas para la salud humana y de la fauna, nos impide ver los astros y constelaciones.
En este contexto, científicos consultados por The Guardian coinciden en que el aumento del uso de diodos emisores de luz (LED) ha generado que la Vía Láctea y otros cuerpos celestes sean cada vez menos visibles. La situación ha alcanzado tales niveles que, consideran, las estrellas podrían ser invisibles en unos 20 años.
En un estudio dado a conocer en 2016, un grupo de astrónomos estimó que, debido a la contaminación lumínica, la Vía Láctea ya no era perceptible a simple vista para una de cada tres personas a nivel mundial, una situación que ha empeorado año a año.
Cada año se aprecian menos estrellas
De acuerdo a investigadores del Centro Alemán de Geociencias, desde 2011 hasta 2022 el cielo nocturno se ha vuelto un 9,6 % más brillante cada año. Este incremento amenaza con eclipsar la mayoría de las estrellas, salvo las más brillantes, en una generación. De tal suerte, un niño nacido en un lugar donde se ven 250 estrellas por la noche, únicamente podrá observar alrededor de 100 cuando cumpla 18 años.
"Hace un par de generaciones, la gente se habría enfrentado regularmente a una brillante visión del cosmos, pero lo que antes era universal, ahora es extremadamente raro. Solo las personas más ricas del mundo, y algunas de las más pobres, lo experimentan. Para todos los demás, más o menos ha desaparecido", dijo Christopher Kyba, del Centro Alemán de Geociencias.
El científico comentó que algunos cambios en las luminarias podría reducir la contaminación lumínica, como garantizar que las luces exteriores tengan las pantallas bien colocadas y apunten hacia abajo, limitar su intensidad y asegurarse de que tengan un espectro de luz rojo-naranja, indica RT.
Afectaciones a la salud humana
Por su parte, Robert Fosbury, profesor del Instituto de Oftalmología de la University College de Londres, explicó que las luces azuladas LED carecen del espectro de luz roja o infrarroja que, al incidir en nuestro cuerpo, estimula el desdoblamiento del azúcar en la sangre y la producción de melatonina. Esta situación, advierte, podría tener consecuencias negativas para la salud humana.
"Desde la introducción de la iluminación fluorescente y posteriormente de los LED, esa parte del espectro se ha eliminado de la luz artificial y creo que está influyendo en las oleadas de obesidad y en el aumento de los casos de diabetes que vemos hoy en día", agregó Fosbury.
Los expertos también han alertado sobre las consecuencias negativas que la iluminación artificial tiene sobre la fauna. Entre las especies afectadas se encuentran las tortugas marinas, las aves migratorias y otros organismos que se guían por la luz de la luna.
Una gran cantidad de insectos, fuente principal de alimento de varios animales, se ven atraídos por las luces artificiales y mueren al entrar en contacto con la fuente, lo que podría ser una amenaza al equilibrio ecosistémico.
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