Portaaviones USS Midway comparte historia
El USS Midway es el portaaviones que utilizó el ejército estadounidense en la guerra conocida como Tormenta del Desierto, hoy es un museo en San Diego

San Diego.- Experimentar la vida en el mar a bordo de uno de los portaaviones más antiguos de Estados Unidos es posible, gracias a que el número 41 con vida activa hasta 1991, ahora es un museo y se encuentra en esta ciudad.
El USS Midway está anclado en el puerto desde el 2004, fecha en la que se autorizó darle el uso de museo para contar la historia que vivió por 46 años con un paso de 225 mil marineros que estuvieron al servicio de este país.
Antes de su transformación como zona de exhibición, éste estuvo en funcionamiento desde septiembre de 1945 hasta la llamada Operación Tormenta del Desierto hace 31 años.
En el buque de 296 metros de largo encontrará alrededor de 29 aeronaves restauradas que demuestran el rostro de la guerra por medio de la evolución, una historia que también se puede escuchar en español a través de un audio guía y para los niños, la voz animada del aviador Sam Rodríguez.
“Los niños pueden tomar el tour en voz de caricatura, y al final les hacen una prueba y les regalan unas alas como insignia de que han conocido todo”, explicó Vanessa Pineda, Director de Mercadotecnia del museo.
Estar dentro del corazón del portaaviones a todos resulta imposible no querer subir y sentir la sensación de pilotear, incluso se puede trepar a la cabina de algunas de las aeronaves para experimentar lo que se siente volar por los aires.
El recorrido USS Miday
“Aquí tenemos un simulador en tercera dimensión, para conocer y simular el vuelo de un F18, es una experiencia divertida”, indicó Julio, veterano de guerra y portavoz del recinto.
Dentro del USS Midway todo es posible, el recorrido que abarca aproximadamente tres horas, incluye conocer las entrañas de los movimientos que los marinos realizaron en medio de la guerra, pues el portaaviones no dejaba de ser una ciudad flotante en la que había que comer, dormir, tener un médico, entre otras cosas.
Por ello en el interior se contaba con cocina, lavandería, camarotes, servicio por cualquier enfermedad, tan solo en la cocina se llegaron a servir 10 toneladas de alimentos al día.
Las actividades
Si para una familia de cuatro integrantes es un caos pensar en lavar, en el portaviones diariamente procesaban 4 mil 752 libras de ropa cada 12 horas.
En el recorrido se pueden conocer la sala donde cientos de veces se llevaron a cabo las reuniones para definir el curso de la operación.
Ya en cubierta, se puede dimensionar aquellos días con el acceso a la cabina de movimiento de los aviones, justo ahí donde se conocía a detalle quienes podían sobrevolar o esperar su turno.
Durante el recorrido podrá conocer los camarotes, la oficina postal del navío, el único vínculo con las familias de los oficiales que los esperaban en tierra firme.
La torre de control
Subir a la torre de control se requiere de mucha condición, son tres niveles arriba de cubierta y las escaleras son muy in- clinadas con espacios muy reducidos.
Uno de los momentos más emocionantes es el despegue y aterrizaje en movimiento, en medio del mar, esto se hace en la cubierta de vuelo, con precisión y cierto lenguaje corporal.
Finalmente la visita a este increíble museo hace pensar y reflexionar sobre la creación de este poderoso instrumento para defender la seguridad del país con historias contadas en una flota de portavoces, muchos de ellos, veteranos retirados.
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