Educación
Por el derecho a la libertad de expresión. Nunca se me ha hecho una persona confiable que busque el beneficio colectivo. Por el contrario, antepone su persona, su familia, los interese de su partido o de su grupo político contra los del país. El respaldo de una gran parte del electorado nacional que lo apoyó, y fue definitivo para que, por primea vez, se diera un gobierno de oposición, no dio el resultado que se esperaba. La nación debió haberse beneficiado con formas nuevas de gobernar, y con un fuerte impulso a la participación ciudadana y el respeto al voto, pero no fue así. Vicente Fox Quesada echó a la basura la oportunidad para que México escalara a nuevas formas de gobierno. Sin embargo, los beneficios personales que logró han sido muchos. Un ejemplo lo dice todo: su rancho San Cristóbal, en Guanajuato. Se ha difundido en la prensa nacional e internacional que tuvo muchas modificaciones o un cambio radical. Por consiguiente, debe explicar de dónde consiguió el dinero para hacerlas. Aquí hay una huella fácil de seguir basada en sus declaraciones patrimoniales, para comprobar con cuánto inició su mandato y con cuánto lo finalizó. Sus lloriqueos constantes previos a que se decidiera quitarles la insultante pensión como expresidente, que decía Fox él si la necesitaba porque era para sus frijolitos, era ofensiva para todos los mexicanos. Sus alardes de valentón con los cuales de manera puntual manifestó tener las formas efectivas para destruir candidatos, nos mostró cuál era en realidad su percepción del orden jurídico nacional. La Ley no existía, solo su bienestar personal estaba vigente para él. Desde que fue candidato a la presidencia de la república he sentido aversión por él. No lo considero una persona auténtica, honesta a carta cabal, sino que siempre obedece a los intereses económicos de los cuales se va a favorecer. Es grosero y agresivo con quienes le critican y no acepta las expresiones que le señalan asuntos incómodos. Ahora ha iniciado una campaña con la cual pretende influir al electorado nacional, buscando que no votemos para que se les investigue a lo expresidentes. Sin embargo, debe estar seguro de que todos y cada uno de los mexicanos queremos que se deslinden responsabilidades y se haga pública la corrupción de altos vuelos. Yo estoy de acuerdo e invito a quienes les preocupa la corrupción, a que voten por que se investigue a los expresidentes actuales y a los futuros, hasta las últimas consecuencias. Solo de esta manera se eliminarán las castas creadas por la función pública, que no ha tenido frenos ni controles judiciales. Solo así las superpoderosas familias de los expresidentes serán acotadas, y se sujetarán al mandato de la ley. Con esto estableceremos una línea vigorosa que determine los límites exactos entre la legalidad y la corrupción. Definiremos nítidamente la estrategia que mantenga a los funcionarios de elección popular, dentro de los parámetros del respeto a las leyes y reglamentos. Ya no debe de existir el libre albedrio en la administración pública. Cualquier acto de gobierno debe quedar enmarcado en leyes concretas y actuales. SI alguien las omite o las viola, deberá ser recriminado y enjuiciado. No más poder ilimitado sino responsabilidades que deben ser cumplidas. ¡Ya basta! Vale. * El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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