Conexión millennial

“Asesinar gente es como algo liberador, pero yo no quise hacerle daño a gente porque sé que la gente no tiene la culpa y los animales yo los considero objetos”; fueron las escalofriantes palabras de Ángel, un joven tijuanense de 16 años que el fin de semana pasado saltó a la “fama” luego de que se hiciera viral uno de sus videos en donde mutila y tortura a un pequeño gatito hasta terminar con su vida. Mi corazón se hace añicos tan sólo de intentar imaginar este aberrante hecho, pero ¿qué tan grave es este problema? Iniciemos con Ángel, de acuerdo con lo que confesó ante los medios de comunicación, desde hace un año (cuando tenía 15) comenzó con el interés de torturar y hacer daño a otra vida, inicialmente, dijo, pensaba que matar seres humanos le liberaba, sin embargo, de acuerdo a sus mismas declaraciones, tuvo que conformarse con matar y torturar inocentes animalitos, desde su óptica, Ángel no mutilaba a otro ser vivo, sino un objeto como desarmar un celular y por lo tanto lo hacía sin culpa alguna o sin consideración por el sufrimiento de los animales. Todo parece que empezó con la influencia de un “Youtuber”, quien Ángel miró desde la pantalla de su celular y sintió empatía por lo que ahí veía, que era precisamente la tortura de animalitos. Hoy en día el “Youtuber” se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, sin embargo, el daño que ocasionó ahí está ¿cuántos otros chicos como Ángel, que sólo necesitaban un pequeño empujón para atreverse a desatar su demencia no fueron impulsados por la acción de éste “youtuber” o de cualquier otra persona? Quizá lo más sencillo sería emprender una campaña en contra de Ángel y que todo termine en fatales consecuencias como ha sucedido en otras ocasiones con casos similares, por fortuna, antes de que el internet descubriera la identidad y domicilio de Ángel; el reportero de Televisa Said Rodríguez, quien inició su carrera en Frontera, encontró a la familia y hoy Ángel podrá recibir atención psiquiátrica en el Hospital de Salud Mental en Tijuana. Todo esto nos invita a una reflexión demasiada profunda al respecto de estos acontecimientos, pues ¿qué necesita vivir alguien tan joven como Ángel y otros chicos, cómo para que su alma se fracture de ésta manera? Quizá sea por la difusión del internet o por otro factor, pero parece que la tortura en contra de animales se presenta de forma más frecuente hoy en día. Sin un afán de justificar lo injustificable, el daño que este tipo de chicos comienzan a hacer -a veces en contra de animalitos y en otras ocasiones en contra de otros seres humanos- pareciera más un grito desesperado de un corazón destruido que busca que el mundo vea el dolor que siente en su interior y por eso en este tipo de casos, los chicos explican la razón de su sadismo como una forma de “liberarse”. No cabe duda que también nosotros como creadores de contenido tenemos una gran responsabilidad con todo lo que subimos al internet, pues debemos ser conscientes de que todo lo que hagamos, pueda que marque la vida de alguno de nuestros seguidores, ya sea para bien o para mal. Además de que los padres siempre serán los primeros responsables en la formación de sus hijos, no sólo deben de cuidar lo que ven en el caótico mundo del internet, sino deben de preocuparse más por lo que sus hijos llevan cargando dentro de sus corazones o sus pensamientos. Ahora cuéntame tú: ¿Qué opinas del caso de Ángel? ¿Qué harías si conocieras a algún amigo, vecino o familiar que pasara por la misma situación que él? *Akari es youtuber del canal Akari Beauty Official, cuenta con más del millón de seguidores. Sus contenidos son: Vlogs, Challenge, DiY’s, reviews y todo lo relacionado a la cultura asiática