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La migración, un problema social en BC

La migración es un fenómeno social que tiene implicaciones sanitarias, económicas, políticas, que crea nuevas necesidades, de empleo, educación, salud, vivienda y de convivencia entre otras.

La migración es un fenómeno social que tiene implicaciones sanitarias, económicas, políticas, que crea nuevas necesidades, de empleo, educación, salud, vivienda y de convivencia entre otras. La migración ha existido desde la época remota del comunismo primitivo. Los clanes o tribus se desplazaban de un lugar a otro en la búsqueda de alimento, perseguían a los animales para cazarlos, o se dedicaban a la recolección de frutos, semillas y raíces para subsistir. Las experiencias acumuladas durante miles de años, fueron transmitidas de generación en generación hasta lograr avances importantes, incluyendo el descubrimiento del arco, la flecha, el fuego y otras herramientas que lo encumbraron para dar un salto cualitativo como ser humano. Este cúmulo de experiencias y conocimientos fueron vitales, cuyos efectos le permitieron darse cuenta que podía domesticar los animales en lugar de perseguirlos y cazarlos. Pero también, aprendió a cultivar la tierra para sembrar sus alimentos.

En ese contexto, el hombre dejó de ser nómada, para asentarse en una sola parte, en lugar de andar de un lado a otro buscando sus alimentos. Hoy la situación es totalmente distinta, el hombre ya no caza a los animales, hoy los domestica y cultiva la tierra. La forma ha cambiado, pero la esencia se extiende. En pleno siglo XXI este peregrinar incesante obliga a que muchos seres humanos emigren de sus lugares de origen por distintos motivos. Huyen de la guerra, por falta de oportunidades, por catástrofes naturales, por la hambruna o por inseguridad. No obstante, los grandes descubrimientos científicos y tecnológicos que han revolucionado las formas de producir, no han podido contener este apremio, por el contrario, se sigue incrementando. No deja de sorprendernos, que como humanidad no hemos construido, un modelo económico y social que resuelva los grandes problemas que nos agobian, sobre todo el económico.

Baja California y en particular la ciudad de Tijuana está enfrentando el arribo diario de cientos y hasta miles de migrantes, venidos de distintas partes del mundo. Llegan nuestros connacionales, y también, de varios países latinoamericanos que todos los días a través de caravanas lo hacen en la frontera norte de México. Recientemente están haciendo presencia personas provenientes de África, Rusia y Ucrania. Las razones son muy distintas, pero todas ellas buscan una mejor vida para ellos y sus familias, unos lo hacen por la hambruna, por la falta de oportunidades, otros huyendo de la guerra. A pesar de que la migración es competencia federal, no deja de impactar a la sociedad bajacaliforniana. Las autoridades estatales y municipales hacen lo propio en la medida de sus posibilidades, pero el factor económico restringe su actuar, ya que para todo se necesita dinero. A pesar de ello, las autoridades están tomando cartas en el asunto. La saturación en los albergues es inquietante por los problemas que generan, de alimentación diaria, de salud sobre todo por la emergencia sanitaria derivada del COVID 19. El hacinamiento y el malestar de parte de muchos ciudadanos que no están de acuerdo con la afluencia de tanto extranjero. Además, la pérdida de tranquilidad y la posible inseguridad que pudieran crear estas personas, de cuales en su mayoría se desconocen sus historiales.

No hay duda, que la gobernadora Marina del Pilar enfrenta un gran desafío para darles refugio y atención a sus necesidades, pero también, mantener en calma a los ciudadanos. Para los que hemos vivido en estas tierras, no es novedad la migración, estamos acostumbrados a recibir personas de todas partes del mundo. Sobre todo, de connacionales que vinieron a poblar y hacer productivas estas tierras inhóspitas. Durante muchos años fue y sigue siendo paso obligado para cruzar a los Estados Unidos, en la búsqueda del “sueño americano”. Miles de ellos, al no lograrlo, se han quedado para engrandecer este estado, que es ejemplo de esfuerzo y tenacidad. Baja California, siempre ha sido un “polo de atracción” para todas las personas que desean trabajar y progresar. Hoy es una sociedad pujante que ha recibido con las puertas abiertas a nuestros paisanos, así como ciudadanos del mundo. Esperamos que los países se pongan de acuerdo y eviten la amenaza de una conflagración mundial. Los países desarrollados se deberían comprometer en realizar fuertes inversiones en las sociedades menos desfavorecidas para aminorar la emigración masiva.

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