La importancia de la educación sexual en los jóvenes de México y Baja California
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas alcanzaremos una población mundial de 8 billones de personas el 15 de noviembre del presente 2022.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas alcanzaremos una población mundial de 8 billones de personas el 15 de noviembre del presente 2022. Al momento de escribir estas líneas la población es de 7,975,708,995 con 101 millones de nacimientos este año y 42 millones de defunciones, lo que da un crecimiento neto de más de 62 millones antes de que termine septiembre.
El país más poblado del mundo sigue siendo la República Popular de China con 1.45 billones de personas, seguida de la India con 1.41 billones y Estados Unidos en un lejano tercer lugar con 335 millones de personas, Indonesia con 280 millones y Pakistán con 230 millones. México se ubica en la décima posición con 132 millones de personas, por debajo de Rusia con 146 millones y por encima de Japón con 125 millones.
El crecimiento poblacional de un país depende del número de hijos por familia y de la inmigración. El número de hijos por familia depende del nivel de desarrollo de una nación, aquellos países con mayores niveles de desarrollo económico tendrán menos hijos por familia y los países más atrasados tendrán más hijos por familia. Esa es la razón por la que es cuestión de tiempo para que la India sobrepase a China como la nación más poblada del mundo.
Si bien las tasas de fecundidad en México han ido a la baja, existe un dato muy preocupante. De acuerdo con la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años. Es decir 8 de cada 100 jóvenes quedarán embarazadas antes de cumplir los 19 años.
La maternidad temprana se asocia a mayores riesgos para la salud y para la vida de la madre y el niño o niña. La fecundidad adolescente es preocupante desde la perspectiva socioeconómica en las desventajas para la madre que muy probablemente dejará de estudiar, la niña o niño que será mal atendido y el costo para la sociedad. Por un lado, las madres adolescentes suelen presentar peores resultades educativos y laborales.
La relación entre fecundidad adolescente y logros educativos/laborales es una relación causal recíproca, es decir, la educación afecta la fecundidad y viceversa, las madres adolescentes suelen provenir de contextos socioeconómicos desfavorables que implican tanto mayor probabilidad de quedar embarazadas en la adolescencia, como de experimentar fracasos educativos o desempleo.
A pesar de que Baja California se considera una entidad con un alto nivel de desarrollo en comparación con otros estados la tasa de embarazos en adolescentes es igual al promedio nacional 77.3 por cada mil mujeres. Las personas más cercanas a los jóvenes son los padres y tendrían que dar buena educación sexual a través de información útil y que no sea falsa. Sin embargo, la alta religiosidad en
México, el conservadurismo ideológico, la pobreza y la marginación, así como las fallidas campañas de publicidad sobre salud sexual y reproductiva, hacen que los adolescentes estén mal preparados al momento de empezar con su actividad sexual.
De acuerdo con entrevistas a directores de secundarias y preparatorias, el número de embarazos de adolescentes en la zona este de Tijuana es prácticamente el doble que en el resto de la ciudad. Por cada adolescente embarazada en una secundaria o preparatoria de Tijuana, hay dos adolescentes embarazadas en las escuelas de educación media y superior de la zona este.
Es muy probable que las jóvenes embarazadas abandonen sus estudios, empiecen a trabajar y si no tienen la suerte de que alguien de confianza les cuide a sus hijos empiezan a dejarlos solos a partir de los cinco o seis años. De acuerdo con diversos estudios en América Latina, los hijos de madres adolescentes suelen presentar problemas de conducta y aprendizaje, tanto en el desempeño académico, como en lo que refiere a actividades cognitivas, y tienen mayores probabilidades de convertirse en padres adolescentes. Ante el abandono pueden crecer resentidos con la sociedad y resultan ser objetivos ideales de reclutamiento para el crimen organizado, además de ser más propensos al consumo de drogas y a la violencia.
Es imperativo que el sistema educativo en educación media, media superior y superior refuerce o incluso trate de contrarrestar la negligencia e ignorancia de padres a través de campañas de concientización para una sexualidad con responsabilidad y complementar además el reforzamiento de socio habilidades para que los jóvenes adolescentes sean más responsables y privilegien el seguir estudiando, terminar una carrera profesional y empezar una trayectoria laboral antes de que lleguen los hijos.
En términos globales, la sobrepoblación que este año alcanza los 8 billones de personas y que está consumiendo y depredando el equivalente en recursos a 1.7 planetas tierra es un grave problema. A nivel local, si bien la tasa de fecundidad en México ha descendido, la tasa de fecundidad en jóvenes adolescentes se mantiene preocupantemente alta. Si queremos disminuir los niveles de violencia intrafamiliar y de violencia en general, tenemos que actuar en las causas raíz del problema, y una de ellas son los embarazos no deseados.
Las niñas y jóvenes con mayores niveles educativos tendrán menos hijos, porque estarán conscientes de la gran responsabilidad que es, tal como sucede en los países desarrollados. Lo que tenemos que tratar de garantizar como sociedad es que no se nos queden jóvenes en el camino por falta de una mejor educación sexual. No hay mejor tasa de retorno social que invertir en la educación general y educación sexual de niñas adolescentes y jóvenes.
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