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En la línea de fuego: antología pionera

¿Cómo se aprecia la violencia desde la frontera norte mexicana, tan lejos de los barrios bravos de la capital del país o de las sierras de Jalisco, escondite preferido de los bandidos nacionales?

¿Cómo se aprecia la violencia desde la frontera norte mexicana, tan lejos de los barrios bravos de la capital del país o de las sierras de Jalisco, escondite preferido de los bandidos nacionales? Tal vez para responder a esa pregunta es que se aparece, en 1990, la antología de cuento policiaco, En la línea de fuego (fondo editorial Tierra Adentro) de Leobardo Sarabia Quiroz, donde se incluyen textos de autores jóvenes de la frontera norte y que es la primera antología policiaca de su tipo en México. Entre los antologados están Edgar Gómez Castellanos, José Manuel DiBella, Sergio Gómez Montero, Gabriel Trujillo Muñoz, Federico Campbell, Harry Polkinhorn, Carlos Martín y Daniel Gómez Nieves. De este libro ha dicho el propio Sarabia que: “Los relatos incluidos en el volumen no se atienen a ninguna ortodoxia. En algunos de ellos resuena el eco indudable del género negro, la enorme sombra de los maestros norteamericanos. Otros relatos son casi guiones de filmes irrealizados. Tengo la convicción de que la imagen que ofrece el relato policiaco sobre la frontera es más convincente que la divulgada por el cine y la monomanía de la prensa nacional absorta en la contabilidad de votos o en la supervisión de maquiladoras”.

Ante la simplificación de la prensa de aquel entonces, la antología de Leobardo funcionaba como una respuesta demoledora a la violencia que se daba en ciudades de paso, donde el cruce fronterizo no era un sueño realizado sino una pesadilla de la que pocos entienden su impacto entre los residentes de la frontera: “El hilo conductor de las historias es la violencia que culmina en crimen, la veleidad de la justicia, atmósferas policiales que se alimentan del anecdotario fronterizo, un archipiélago de conductas conocidas genéricamente como narcocultura. La convivencia áspera y no exenta de incidentes con Estados Unidos también es fuente anecdótica. La frontera se erige de esta manera en una caja de Pandora con infinitas posibilidades temáticas. El desafío del escritor es enfrentar y/o evadir la transcripción textual del universo delictivo y policial que observa”.

En la línea de fuego causa revuelo entre los críticos literarios del centro del país. Federico Patán en el periódico Unomasuno

(abril 1991) expresa que En la línea de fuego “tiene la virtud de alertarnos de la presencia de algunos nombres interesantes, cuyo seguimiento nos dirá cuál es su altura real como escritores” y señala la llegada de toda una nueva generación de escritores fronterizos a la literatura nacional vía el género negro. Después de esta antología vendría Mezquite Road (1995) de Gabriel Trujillo Muñoz, de la que es protagonista Miguel Ángel Morgado, el defensor de los derechos humanos, personaje que ya cuenta en la actualidad con una docena de aventuras policiacas.

A estas obras se pueden agregar libros que exploran el territorio de la ley y el orden en la frontera, ya sea tomando en consideración historias reales, como A.B.U.R.T.O. (2005) de Heriberto Yépez y Tijuana: crimen y olvido (2010) de Luis Humberto Crosthwaite, que lidian con el asesinato de Colosio en Lomas Taurinas y con los asesinatos de periodistas en Baja California respectivamente; o son sagas tradicionales donde el detective genio, a la Sherlock Holmes, como en la serie de novelas del narrador Diego Moreno con su detective Tony Distancia, todas ellas publicadas entre 2005 y 2007.

Y no hay que olvidar las novelas y los libros de cuentos de José Salvador Ruiz y sus detectives mexicalenses: Brígido Kalimán Nepantla Jackson, un hombre de “complexión delgada, treintaitrés años sobre su alma y con ínfulas de detective privado”, un cachanilla que “divide su vida entre el trabajo en los campos del valle Imperial, en California, y las labores de investigador en su natal Mexicali”, y el ex judicial Dominico Hidalgo Aqueberro, cuyas más recientes aventuras pueden ser leídas en Aqueberro (Seis casos y un consejo) (Secretaría de Cultura de Baja California, 2021).

En todo caso, el policiaco bajacaliforniano, en su concepción contemporánea, en su estilo Noir, proviene de la antología pionera de Leobardo Sarabia. En la línea de fuego tuvo tanto éxito que se publicó en inglés, por parte de la editorial de la Universidad Estatal de San Diego, en 1996 y bajo el título The Line of Fire. Un libro clásico por donde quiera que se le mire.

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