La Educación como Estrategia y Palanca de Desarrollo en Baja California (Parte I)

Una vez que se da a conocer el Plan Estatal de Desarrollo de la Gobernadora de Baja California Marina del Pilar en donde se establecen las políticas públicas a impulsar es importante no descuidar el tema educativo como tema estratégico de largo plazo, por atender temas coyunturales. Es por ello importante que la política 7.5 denominada “Educación, Ciencia y Tecnología” se traduzca rápidamente en un programa sectorial con proyectos de intervención de gran impacto para el Estado.

La justificación sobre la importancia de la educación está enmarcada en el Capítulo I. De las Garantías Individuales de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y que en al artículo 3ro constitucional establece:

“La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de solidaridad internacional en la independencia y en la justicia”.

Nuestra Meta Ley establece además que “el criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico”; “atenderá a la comprensión de nuestros problemas, el aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura”.

Es decir, si como sociedad y gobierno atendiéramos a los objetivos, metas y preceptos de nuestra constitución en relación con la “educación”, la sociedad y vida comunitaria no estaría presenciando los niveles de degradación social y cultural que estamos experimentando y que se traducen en desigualdad y violencia. Siempre que pensemos en un problema actual y nos vayamos a la causa raíz del problema nos daremos cuenta de que se podría evitar en gran medida con una mejor educación, tanto la que se da en casa como la escolarizada que hay que decirlo, no son sustitutas, sino complementarias.

Así, el escritor Arturo Pérez-Reverte comparte un video a través de redes sociales muy ilustrativo en el que el filósofo Antonio Escohotado reflexiona ante el escritor Fernando Sánchez Dragó sobre lo que supone tener una buena educación:

"Un país no es rico porque tenga diamantes o petróleo. Un país es rico porque tiene educación. Educación significa que, aunque puedas robar, no robas. Educación significa que tú vas paseando por la calle, la acera es estrecha, y tú te bajas y dices: 'disculpe'. Educación es que, aunque vas a pagar la factura de una tienda o un restaurante, dices 'gracias' cuando te la traen, das propina, y cuando te devuelven lo último que te devuelvan, vuelves a decir gracias. Cuando un pueblo tiene eso, cuando un pueblo tiene educación, un pueblo es rico".

Un país que no da prioridad a la educación es un país que difícilmente resolverá sus problemas de marginación y violencia en el corto, mediano y largo plazo. Un país que verdaderamente quiere disminuir las desigualdades económicas y sociales lo hace dando educación de mejor calidad a los sectores menos desfavorecidos para tratar de nivelar el terreno de juego. Está científicamente documentado que el acceso a educación superior y al logro de un título universitario es una de las mejores formas que se tiene en la sociedad para la movilidad y ascenso social.

Por ello, un país que no invierte en sus niños y jóvenes porque prefiere aplicar los recursos a otras prioridades que considera más importantes que la educativa, como son obras de infraestructura faraónicas, es un país que no merece futuro. La inversión en educación de calidad para los sectores más desfavorecidos sería la verdadera transformación.