Reflexión de Fin de Año: Despedida al 2022 y Bienvenida al 2023
El 2022 como casi cualquier año presenta claroscuros, entre lo más positivo está el avance que se tuvo en materia de salud, en donde se logran contener los estragos ocasionados por la pandemia de COVID-19
El 2022 como casi cualquier año presenta claroscuros, entre lo más positivo está el avance que se tuvo en materia de salud, en donde se logran contener los estragos ocasionados por la pandemia de COVID-19, si bien no se ha logrado su control por completo, como se está evidenciando en China, ya no tenemos los niveles alarmantes de contagios, enfermedades y muertes de los dos años previos.
Destaca como negativo la invasión de Rusia a Ucrania con fuertes repercusiones que se sentirán en todo el mundo durante 2023. ¿Las razones? Rusia representa el 18 por ciento de las exportaciones de petróleo crudo y debido a las sanciones económicas una gran parte de la población a nivel mundial está sufriendo por los incrementos en los precios de los energéticos, principalmente en Europa en donde se enfrentan a un invierno agudo y en donde el precio de los energéticos se ha multiplicado por dos en algunos países de la Unión Europea e incluido por tres en otros. Imaginemos que de la noche a la mañana tengamos que pagar lo doble por la gasolina para los autos, el gas para nuestra vivienda y la electricidad.
Aunado a lo anterior, Ucrania representa el 9 por ciento del maíz, el 9 por ciento del trigo, el 10 por ciento de los aceites comestibles de granos de las exportaciones totales, entre muchos otros productos como los fertilizantes para el cultivo, de los cuales Rusia y Ucrania representan el 20 por ciento, lo que hace que se encarezca la producción agrícola, disminuyendo la producción de granos, hortalizas y frutas y con ello provocando un encarecimiento. Esto ya esta provocando hambrunas, principalmente en los países más pobres.
En nuestra región, específicamente en la Zona Metropolitana de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito (ZMT), los problemas de la guerra nos afectan marginalmente a través de la inflación en los precios de alimentos básicos. Veremos cómo se comportan los precios en 2023 y cómo afectan en la economía familiar. Nuestros problemas más importantes, son regionales y ojalá tengamos la capacidad de reaccionar ante ellos y no ser simplemente espectadores.
El primero, el gravísimo problema del agua cuya magnitud todavía no entendemos, en EEUU están destacando como uno de los principales 10 retos a los que se enfrentará el presidente Joe Biden, el problema de la escasez de agua en el oeste de Estados Unidos, nuestro suministro de agua depende del río Colorado que se ha visto disminuido por el lado de la oferta debido al calentamiento global que disminuye las capas de nieve en las montañas y con ello el afluente de los ríos, y por el lado de la demanda con el crecimiento poblacional de todas las ciudades del suroeste de Estados Unidos. En 2023, debemos esperar tandeos cada vez más seguidos y prolongados.
El segundo, el problema de movilidad tan grave en la ZMT. Desde que se retomaron las actividades posteriores a la pandemia, el tráfico está colapsado la mayor parte del día; y no se ve un plan de transporte público eficiente y eficaz en puerta. Tampoco se trabaja en mejorar la educación vial tanto de conductores como de autoridades, ni atacar el problema con tecnología o semáforos inteligente, por lo que debemos esperar más tráfico y embotellamientos en 2023.
Tercero, el grave problema de inseguridad que vivimos todos los días, en donde sigue sin existir un plan ni a nivel federal, estatal o municipal a pesar de ser del mismo partido. Hace 7 años, el 70 por ciento de los tijuanenses se sentían inseguros, hoy 9 de cada diez de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU).
En conclusión, en 2023 debemos esperar condiciones económicas adversas por la Guerra entre Rusia y Ucrania, además de la guerra comercial entre EE. UU. y China. Pero más importante y preocupante, inseguridad, congestionamiento vial y escasez del vital líquido. Todo lo anterior inhibe las inversiones en nuevas empresas y con ello, la creación de más y mejores empleos.
La pregunta más importante para la reflexión para este 2023, es si como sociedad representada por el sector empresarial, académico, gubernamental y social, tenemos la capacidad de reconocer la gravedad de los problemas a los que nos enfrentamos, sólo así haremos un diagnóstico correcto que nos permita hacer un plan para enfrentarlo.
Decía el pensador académico Manuel Castells: “No es que la planeación no sirva, es que hay malos planeadores”. El gobierno ha sido incapaz de generar un plan, está rebasado por los problemas y sólo se enfoca en pensar en términos electorales y aquí estamos. ¿Tendremos los tijuanenses la capacidad de organizarnos y trabajar por el bien común este 2023? ¿Antes de que sea demasiado tarde? Se antoja que las Instituciones de Educación Superior, sean la plataforma y el mecanismo para discutir los problemas sociales e imaginar mejores alternativas sociales.
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