Bésame mucho

La canción “Bésame Mucho” que compusiera la jalisciense Consuelito Velázquez en 1932 y estrenada en 1940, se ha convertido en una de las canciones mexicanas más interpretadas a nivel internacional. Por cierto la revista RollingStone en su versión en español, publica en agosto de este año un artículo titulado “50 grandes versiones de Bésame Mucho”, habla que “en 1966 fue reconocida como la canción en español más versionada de la historia”.

Ciertamente que esta pieza cautivó a personajes como a los Beatles, increíble que ese grupo de jóvenes que estaban revolucionando la música a principios de los años sesentas hayan sucumbido ante la canción “Bésame Mucho” e hicieron una versión en inglés que grabaron en 1962 y cantada por Paul McCartney. Consuelito Velázquez jamás pensó que su canción iba a ser traducida a más de 20 idiomas, incluso hay versiones en lenguas mexicanas como el otomí y otras más.

La primera versión de esta canción fue interpretada por Emilio Tuero Cubillas, pero también el cantante estadounidense Frank Sinatra o el italiano Andrea Bocelli. Recordamos la versión de Luis Miguel. No se diga en la lista de canciones que interpretan los Tríos en el país (aunque cada vez hay menos) que tocan y cantan en las serenatas.

“Bésame, bésame mucho como si fuera esta noche la última vez”, sugerente de una partida y que no habrá otro momento para hacerlo. En otra estrofa lo afirma: “Quiero tenerte muy cerca, mirarme en tus ojos, verte junto a mí, piensa que tal vez mañana yo ya estaré lejos, muy lejos de aquí”. Y concluye la canción de esta manera: “Bésame, bésame mucho que tengo miedo a perderte, perderte después”.

Quién no ha escuchado esta magnífica canción, realmente única y se preguntará ¿por qué se metió esta semana con la canción “Bésame Mucho”? Porque en la historia ha habido besos que marcaron cambios, uno de los más famosos es el “beso de Judas a Cristo”, de esta forma lo señalaba para que los romanos lo aprehendieran. Obras de teatro como “El Beso de la Mujer Araña”. En la política mexicana era una expresión que se utilizaba cuando iban a saludar al presidente en turno después de un informe se decía que iban al “besa manos”, bueno eso no se ha acabado, lo siguen haciendo los gobernadores morenistas con Andrés Manuel López Obrador.

Los besos pueden ser sinceros o hipócritas, por gusto o por obligación, pero los hay para quitarse una reportera preguntona como le pasó a mi amiga y compañera Érika Gallego con Andrés Manuel López Obrador en una de sus primeras visitas a Mexicali como Presidente de México, le dio un beso en el cachete y se siguió y no le contestó.

Así lo ha hecho con otros personajes que se acercan a él para lograr apoyos, lo hacían priistas y panistas, por qué no el guía supremo de Morena, Andrés Manuel López Obrador quien en una ocasión le dio una mordida un cachete a una bebé. La propia gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda lo saluda con un cálido abrazo y beso.

La diputada federal, Julieta Ramírez quien desde hace meses había anunciado su intención de llegar a ser candidata de Morena al Senado de la República, reuniones por aquí y por allá, un apoyo al precandidato a la candidatura de Morena a la Presidencia, Adán Augusto López, hoy elemento cercano a Claudia Sheinbaum. Sus apariciones en tribuna de la Cámara de Diputados y su cercanía con Marina del Pilar Ávila Olmeda la encaminaban a tal intención.

Pero creo que el momento que definió su candidatura, para mí, fue en esa gira del presidente en noviembre de este año cuando vino a Baja California a visitar a los 7 municipios y estar presente en el informe de Marina del Pilar, que al ir caminando se encuentra con Julieta Ramírez, entonces Andrés Manuel como un ademán como artista de telenovela le planta un besote a la diputada federal. Y como dice la canción Bésame Mucho: “Quiero tenerte muy cerca, mirarme en tus ojos, verte junto a mí, piensa que tal vez mañana yo ya estaré lejos, muy lejos de aquí”. Feliz Navidad a todas y todos mis lectores, les mando un abrazo.

*El autor es periodista independiente.