La caja de Pandora

Solemos utilizar la frase “abrir la caja de Pandora” cuando queremos decir que alguno de los actos que realizamos en la vida nos va a traer nuevos males o nuevas desgracias. La historia de Pandora y su famosa caja, es una venganza de Zeus como parte de un castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego. Efestos dios del fuego, por orden de Zeus formó la estatua de barro de una hermosa doncella. Hermes, el mensajero de los dioses, otorgaría el habla a la bella imagen, y Afrodita le daría todo su encanto amoroso, la llamaron Pandora y era la mujer más hermosa que jamás existió. Zeus, bajo la apariencia de un bien, había creado un engañoso mal, la mandó regalar a Epimeteo, pero ya Prometeo le había advertido a su hermano del engaño y le dijo que rechazara el falso don. Zeus al ver frustrado su plan encadenó en el Cáucaso a Prometeo, cuando Prometeo no aparecía Epimeteo llegó a sospechar lo que pasaba y se casó con Pandora. Prometeo le había pedido a su hermano que le guardara una caja, sin abrirla nunca. En ella había encerrado todos los males humanos. Recién casada con Epimeteo, Pandora abrió la caja y en seguida volaron del recipiente innumerables males que se esparcieron por la Tierra con la velocidad del rayo. Oculto en el fondo de la caja había un único bien: la esperanza; pero, siguiendo el consejo de Zeus, Pandora dejó caer la cubierta antes de que aquella pudiera echar a volar, encerrándola para siempre en el arca. Las enfermedades se deslizaban día y noche por entre los humanos. La vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, las guerras, iras y muerte; todos los males del mundo se habían extendido por la tierra y sólo la esperanza quedó oculta en el fondo del arca. En México, hace algunos años alguien abrió la mitológica caja de pandora, quien seria, ¿Quién abrió la caja de pandora?, esta persona ha hecho que en el país impere la impunidad, la corrupción, la inseguridad, proteja a los delincuentes y no a los habitantes de este país, ha provocado una brecha más grande entre ricos y pobres, ha calumniado a todos los que pertenecen a la clase media, llamándolos vende patrias, hipócritas, falsarios, neoliberales, traidores, conservadores, aspiracionistas, ha endeudado al país en más de 5 billones de pesos, eso sin contar la deuda interna, ha llevado a la quiebra técnica dos empresas productivas del estado, ha provocado la destrucción de la infraestructura nacional restringiendo o anulando los presupuestos para mantenimiento, ha calumniado a reporteros nacionales e internacionales, por supuesto sin pruebas, ahh, pero que no se trate de señalamientos a su persona porque entonces se molesta el señor pidiendo pruebas, cuando él no las muestra y los llama calumniadores, incluso ha llegado a decir que no me vengan con que la ley es la ley, incluso ha dado información de personas de manera ilegal pues se dice el representante del pueblo, ha permitido que nuestro glorioso ejercito mexicano sea denigrado por los delincuentes bajo la premisa que de ellos (los delincuentes son pueblo) merecen respeto y no les debe tocar ni con e pétalo de una rosa, que para ellos solo abrazos y no balazos. Mandó cerrar las guarderías, acabó con el sistema de vacunación, ha repartido dinero a manos llenas, ha permitido negocios a sus amigos y a todos los miembros de su árbol genealógico, está interviniendo como jefe de campaña de su candidato a la presidencia de la república. También ha tolerado que personas encapuchadas y al margen de la ley bloqueen carreteras, aeropuertos, causen destrozos en la propiedad privada y golpeen salvajemente a los policías encargados de preservar el orden, al grado de ponerlos al borde de la muerte. La pregunta obligada ¿Qué espera el gobierno federal para actuar y preservar el orden y la seguridad? ¿Quién cuida a los buenos en el país? ¿Quién podrá cerrar la caja de pandora mexicana? La solución está en nuestras manos.

*El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.