Muchas gracias
Somos lo que hacemos
Escribir esta columna ha sido un absoluto ejercicio personal, en estos años me he acostumbrado a tener una vez a la semana la oportunidad de plasmar ideas y sentimientos que sé serán compartidos por muchas personas que lo someterán a su escrutinio.
En este espacio escribí de mis hermanos, de mis muertos siempre tan vivos, de Ale, de Isabella, la sonrisa más bonita del mundo, de las alas de Emiliano, del olor de los azahares del jardín de la casa materna, de papá y su gran lección de saber que no hay mejor pan que el que se lleva a casa de manera honrada; de que familia es destino y que también se conforma por los amigos que uno escoge y los vuelve hermanos; o de ese puto cabrón llamado cáncer que se llevó a mi carnal Pancho Mendez y a Mariana dejando a Jorge con sus recuerdos. Aquí compartí el pundonor de Francisco, el vato que más quiero en el mundo y de un perro budista llamado Negro; aquí volvía a escuchar a Consuelo, mi mamá recitando poesías de David Felipe.
Encontrarnos cada semana me permitió expresar mi pesar por pertenecer a una sociedad pasiva en la que los ciudadanos somos parte del problema, por ello es urgente convertirnos en la solución necesaria para construir una mejor comunidad para todos, no sólo para unos cuantos; este espacio me permitió denunciar la corrupción del gobierno de Vega de Lamadrid, el daño que el patán de un Ingeniero que ni para eso le alcanzó de apellido Bonilla le hizo a nuestro estado, afortunadamente tan solo en dos años, aunque hubo un grupo de 21 diputados lamesuelas, personajes muy chiquitos carentes de pantalones y de moral pública que traicionaron a nuestra gente entregándose de cuerpo entero y obsequiándole a Bonilla la oportunidad de que nos robara tres años, afortunadamente la SCJN lo impidió. De pena encontrarlos despachando hoy en el gobierno estatal y en su oficina más importante.
Aquí luchamos por la creación del Sistema Estatal Anticorrupción más ciudadano posible del país, que por lo mismo fue avasallado por ciudadanos falderos y funcionarios necesitados de seguir haciendo del combate a la corrupción una mera simulación; aquí juntos reunimos más de 68, mil firmas de ciudadanos que combatimos una ley que fue bautizada en este espacio como la “Ley Gandalla”, hablando de firmas fue en estas líneas en las que se convocó a la defensa del INE, a la activa participación de las marchas que para ello organizamos y dar paso con ello a recabar las firmas necesarias para documentar el “Amicus Curiae” más copioso del que se tenga memoria.
En espacio recordamos a los amigos ausentes y a los amores presentes, hicimos votos porque nunca dejemos morir a nuestros muertos más vivos. Este espacio, Camelot, ha sido uno dedicado a cuestionarnos juntos, a preguntarnos si estamos a la altura del reto que no ha tocado vivir, para con ello no seguir esperando que una parvada de políticos de quinta en una transformación de cuarta lleve a ésta, nuestra casa, a un vacío demoledor.
Este Camelot ha sido una oportunidad para que muchos coincidiéramos cada semana, hoy ante el reto de buscar la confianza de los mexicalenses con el único ánimo de tener la caída en picada de mi ciudad, tengo que decir adiós. Gracias totales. #MiVotoNoSeToca.
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