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Bebé reno

Vi Bebé Reno y me quedé reflexionando.

Vi Bebé Reno y me quedé reflexionando. En principio esta producción de Netflix tiene que ver con un tema fundamental en mi vocación de psiquiatra. No recuerdo donde leí por primera vez sobre el síndrome erotomaníaco de Clérambault, pero estuve leyendo sobre el tema mucho antes de entrar a formarme como psiquiatra. La historia real representada en la serie es un claro ejemplo de este síndrome. Mostrando también la posición de la víctima, el síndrome se refiere a la persona que delirantemente está convencida que un personaje importante está enamorado de él o ella. Me ha tocado atender algunos casos así, son raros. No confundir con quien esté obsesivamente enamorado de alguien y prácticamente lo acosa, aunque tienen alguna relación. En ambas suele pasar del enamoramiento al odio por el despecho que imaginan. Puede ser una fantasía heterosexual u homosexual, originalmente reportado por el Dr. Clérambault como más frecuente en mujeres, hoy en día no es tan claro. Bebé Reno está escrita y actuada por la persona que sufrió el acoso en la vida real, evidentemente alguien que quedó muy afectado por la experiencia, alguien que de por sí ya había tenido una vida algo torcida. El Dr. Clérambault, por cierto, no estaba del todo bien en sus cabales, genio de la clínica, único maestro reconocido por el psiquiatra y psicoanalista Lacan. Poco sabemos de su vida íntima, pero se sospecha fetichismo y llama la atención que termina su vida dándose un tiro frente al espejo. El autor del guion y actor de la serie usó primero obras teatrales con esta trama y de allí saltó con enorme éxito a la pantalla. Valientemente expone su vida homosexual, su fallido y único enamoramiento de una mujer trans, actuada por la actriz trans mexicana Nava Mau, y sobre todo el abuso sexual que padeció y le generó un síndrome de Estocolmo (loco enamoramiento con el agresor). Acosado por una mujer delirante heterosexual queda atrapado y transformado, es la fecha que ahora la mujer de la vida real que lo acosó le reclama derechos de autor, el acoso sigue. El auténtico síndrome tiende a permanecer a lo largo de la vida, suelen terminar en la cárcel o en el hospital psiquiátrico. Los famosos suelen saber de esto, por ejemplo, dos de los Beatles lo padecieron, Lennon murió en manos de uno y Harrison fue apuñalado por un hombre y acosado por una mujer. Sandra Bullock, Jennifer Lopez, David Letterman o Alec Baldwin lo padecieron, célebre fue el acosador de Jodie Foster que disparó al presidente Reagan con dedicatoria a ella. Bebé Reno, excelente actuación, compleja producción autoterapéutica, un singular caso donde la víctima se revindica representándose a sí mismo. Para verla en familia, solamente adultos.

*El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.