¿Emprender en tiempos de populismo?

La respuesta es sí, pero no olvidemos que el sello de este sistema es su tendencia a dominar con su presencia todos los ámbitos del ser humano (político, económico y cultural) y no necesito recordar que siempre han resultado en grandes fracasos. Aunque, sinceramente no creo que sea el caso para el contexto actual de México… aunque el riesgo existe.

Analizando algunas de las propuestas de Claudia Sheinbaum, creo que vislumbra un panorama de claroscuros para los emprendedores con verdaderas oportunidades interesantes pero también posibles amenazas derivadas del populismo y la posibilidad de instalarse como régimen hegemónico. Desde mi perspectiva, esto veo:

1. Desarrollo de “Polos para el Bienestar”

La creación de nuevos polos de desarrollo industrial y comercial parece, en principio, una oportunidad brillante para el emprendimiento. Sin embargo, la historia nos enseña que tales proyectos, bajo un régimen populista, pueden volverse herramientas de control y dependencia del Estado.

2. Fortalecimiento de MiPymes.

El apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) es esencial para el crecimiento económico. No obstante, si este apoyo viene con estrictas regulaciones y una burocracia sofocante, puede convertirse en una trampa que impida la verdadera innovación y competencia.

3. Electromovilidad y transporte urbano sustentable.

El impulso a la electromovilidad y el transporte urbano sustentable abre un nicho para la innovación tecnológica. Sin embargo, la inversión en estas áreas debe ser sostenible y no solo una estrategia populista para ganar apoyo sin un plan a largo plazo.

4. Inversión en infraestructura de movilidad urbana.

Mientras que la mejora de infraestructura es necesaria, el control estatal excesivo inhiben la inversión privada. Es clave que los proyectos de infraestructura fomenten la colaboración público-privada, asegurando que los empresarios puedan participar y competir en igualdad de condiciones, sin favoritismos ni corrupción.

5. Reciclaje y gestión de residuos.

La construcción de plantas de reciclaje presenta una oportunidad en para la industrial ecológica. Sin embargo, es crucial que estas iniciativas no se conviertan en monopolios estatales que excluyan a las empresas privadas.

6. Tecnificación del riego agrícola.

La tecnificación del riego agrícola es algo prometedor, pero la intervención estatal debe ser limitada a facilitar y no controlar. Llevamos décadas de sometimiento del campo al interés político en turno.

7. Apoyo a startup.

El apoyo a la digitalización y la tecnología es positivo, pero debe venir con garantías de libertad empresarial y protección de derechos de propiedad intelectual. Un régimen hegemónico podría utilizar la digitalización para controlar más de cerca las operaciones empresariales, lo que sería perjudicial para la innovación.

8. Inversiones en energías renovables.

Las energías renovables son el presente y futuro, pero deben ser impulsadas por políticas que fomenten la inversión privada y la competencia. La certeza jurídica es clave para esto.

9. Destacadas innovaciones en el Sistema de Salud Pública.

El sector privado debe asegurarse de que estas innovaciones no vengan acompañadas regulaciones restrictivas que limiten la capacidad creativa y oferta de servicios privados en el sector de salud.

10. Transformación en el sector educativo.

La expansión educativa debe complementarse con un entorno que permita también a las instituciones privadas prosperar y colaborar. Será tarea de todos defender la autonomía de las instituciones educativas para no ser rehenes del poder público y garantizar la libertad de cátedra para fomentar así una visión amplia, complementaria, incluyente y de vanguardia para los estudiantes mexicanos.

*El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.