Nueva Secretaría

La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó el pasado jueves 20 de junio a los primeros seis integrantes de su gabinete. Sobresale la designación de Rosaura Ruiz Gutiérrez para ocupar la nueva Secretaría de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación. La Dra. Gutiérrez hizo sus estudios de licenciatura, maestría y doctorado en Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante el periodo de la Dra. Sheinbaum al frente del gobierno de la Ciudad de México se desempeñó como titular de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación.

El cambio del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) a una secretaría resulta fundamental para consolidar el camino iniciado en la desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República en 2018. El trayecto a lo largo de seis años no ha sido fácil y se han tenido que vencer múltiples resistencias y una cultura de botín de la burocracia que administraba la ciencia y la tecnología en nuestro país. El anterior CONACYT, al amparo de la ley expedida en junio de 2002 bajo el gobierno de Vicente Fox, priorizaba la transferencia de recursos públicos al sector privado. La ciencia y la tecnología al servicio de intereses de grupos ligados a negocios privados. La corrupción fue parte del ejercicio burocrático cotidiano.

Con la llegada del nuevo gobierno en 2018, se impuso otra visión del papel de la ciencia en México. Uno de los cambios más profundos fue el considerar el derecho humano a la ciencia y ya no solo el acceso restringido para las élites. Hoy se trata de socializar el conocimiento. Pero, sobre todo, dejar de lucrar desde las instituciones: a través de las transferencias al sector privado y de financiar proyectos para los cuates. Prevaleció el concepto de generar ciencia socialmente útil.

En mayo de 2023 se dio un paso trascententable, dental para el cambio de paradigma científico y tecnológico en el país con la promulgación de la nueva Ley en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación. Por primera vez se le dio un rango de primer orden a las Humanidades, reconociendo su papel fundamental en la comprensión de los fenómenos más significativos de la vida social y cultural. Imposible comprender la raíz de nuestros problemas sin la visión de las Humanidades y las Ciencias Sociales.

Hoy, con la propuesta de la presidenta electa, se avanzará significativamente en el camino de darle un peso fundamental al quehacer científico y reconocer la utilidad del trabajo de miles de académicos que trabajan en las instituciones del país. Las bases fueron ya establecidas en la actual administración. La Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces al frente de un gran equipo trabajó incansablemente para lograr dar un giro en el papel que había tenido el Consejo Nacional. Pese a los obstáculos y la austeridad republicana imperante, se avanzó en la construcción de un verdadero Sistema Nacional de Centros Públicos, entre otros temas. Se integraron tres coordinaciones en que están agrupados los 26 centros públicos que pertenecen a CONAHCYT: Humanidades y Ciencias Sociales, Tecnología y Salud y Ambiente. Todo indica que los CPI´s serán integrados a una de las dos subsecretarías. La otra subsecretaría incluiría a las dos universidades creadas bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México, y propuestas para el resto del país: Rosario Castellanos y de la Salud.

La adecuación normativa que requiere la nueva secretaría no será sencilla; cambios a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pasando por diferentes leyes: Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Ley Federal de Entidades Paraestatales, Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; y Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación. Todo ello se podría aprobar por el nuevo Congreso en el mes de septiembre. Sin embargo, al parecer habrá que esperar hasta enero pues el presupuesto de 2024 ya se encuentra asignado. Bienvenida la nueva dependencia.

*El autor es Presidente de El Colegio de la Frontera Norte.