Tiempo de mujeres

Todo indica que la próxima dirigencia estatal del Partido Acción Nacional en Baja California estará a cargo de una mujer, al menos así comentan fue la instrucción del CEN del PAN que todavía preside Marko Cortés.

Comentan que a quienes se ve en la contienda por la dirigencia estatal están la todavía Senadora por Baja California, la mexicalenses, Gina Cruz Blackledge, quien por cierto en el pasado proceso electoral no participó a pesar de que en un inicio se pronunció en la búsqueda de la candidatura a la alcaldía. Quien también está en la lista de posibles aspirantes al cargo es la ex diputada local, Amintha Briceño Cinco, así como la ahora ex diputada federal de Ensenada, Lizbeth Mata Lozano.

Otra de las figuras que comentan busca la dirigencia es la recién nombrada diputada local, Mayola Gaona, quien dicen está impulsada por el actual dirigente del PAN en Mexicali, Alejandro Cota.

La regidora de Tijuana, Sandra Magaña quien tomará protesta de nueva cuenta el 1 de octubre; por cierto a quien también quieren convencer los de la vieja guardia es a la ex diputada federal, Ruth Hernández.

Por cierto quien comentan que anda triste es el dirigente estatal del PAN, Mario Osuna de quien comentan no ha bajado las bases hacia la militancia, a lo mejor pensando que las cosas pueden cambiar y pudiera buscar un periodo más al frente del PAN.

¿MIEDO?

A quien traen en el chisme es a la todavía alcaldesa de Playas de Rosarito, Araceli Brown Figueredo quien presume una ciudad muy segura pero salió a relucir que anda pidiendo escoltas por un periodo de 18 meses una vez que termine su encargo y pase a ser diputada federal.

Brown Figueredo, tomará su nuevo encargo como diputada federal el próximo 1 de septiembre, pero quiere que sus escoltas sean policías municipales de Rosarito, sus princesos como les llama y por supuesto, que sean los rosaritenses quienes paguen por su seguridad. Números más números menos y considerando que el policía que menos gana mensualmente percibe 20 mil 700 pesos, habrá que empezar a sumar pues de entrada se tendrían que asignar seis agentes para cubrir tres turnos, lo que representa más de 2.2 millones de pesos tan solo en salarios, y todavía faltaría agregar sus prestaciones para el tiempo de su solicitud que pretende.

De hecho, desde las pasadas campañas políticas ya se escuchaban rumores que quería tener guaruras una vez que acabara su periodo como presidenta municipal y dicen que andaba desesperada viendo cómo podría lograrlo.

Parece ser que alguien le aconsejó que hiciera la petición directa a su secretario de seguridad Francisco Arellano, a quien le envió un oficio solicitando escoltas que la resguarden de todo mal, el cual por cierto se hizo público a través de las “benditas” redes sociales. Como argumentación, Brown Figueredo asegura haber recibido amenazas de manera personal y en redes sociales; también saca a relucir una manta colocada en un puente donde se le hacía ver que si continuaba en el cargo, atentaría contra ella y su familia, aunque no precisa fecha.

Aquí quizá lo cuestionable no es que la próxima diputada requiera de seguridad para ella y su hija menor como lo solicita, sino que no lo pida a la cámara baja como tal vez debería de ser, pues nadie como ella conoce la enorme carencia que hay de policías en Rosarito.

Habrá que ver qué piensa de ello su sucesora, Rocío Adame.