Coinvertir para crecer
“La unidad nos da la fuerza, la solidaridad la cohesión.” Juan Domingo Perón
“La unidad nos da la fuerza, la solidaridad la cohesión.” Juan Domingo Perón
Si queremos lograr un impacto positivo y contundente en nuestra economía y aprovechar cabalmente los beneficios del nearshoring en nuestra privilegiada región, es necesario fomentar la coinversión pública y privada en la infraestructura que requerimos para ser más competitivos.
Resulta claro que si esperamos a que los gobiernos, tanto federal como local, destinen los recursos necesarios para la transformación de nuestro entorno, dejaríamos pasar la ola del progreso y la cercanía con el mercado más importante del mundo y esa oportunidad no volverá.
En opinión de nuestro Presidente Nacional, Luis Méndez Jaled, la inversión pública ha venido cayendo en los últimos 3 sexenios. En ese tiempo representaba el 6 por ciento del PIB, mientras que en la actualidad, es de entre el 2.5 y 2.8%, siendo evidente que el actual gobierno, ha enfocado sus objetivos en el gasto social, en lugar del gasto de inversión.
Frente a las grandes necesidades de inversión en infraestructura, las asociaciones público-privadas (APP), son una excelente herramienta que posibilita realizar obra pública con financiamiento privado.
Durante la actual administración, el grueso de los contratos de obra pública, han sido asignados directamente a las fuerzas armadas, sin embargo la industria de la construcción tiene la experiencia y tecnología suficiente para llevar a cabo cualquier tipo de obra, por lo que resulta de gran importancia abrir, de manera clara y transparente, la inversión público privada en donde los particulares invirtamos en las obras de infraestructura que detonarán nuestras economías regionales. Quien no recuerda los grandes proyectos carreteros que se desarrollaron a finales de los años ochenta y que permitieron la construcción de grandes obras, como la autopista a Tecate, entre otras.
Es claro que no todos los rubros pueden y deben abrirse a la participación de los particulares. En algunos países, hay sectores específicos que no se consideran dentro de la definición de las APP, tales como el sector de telecomunicaciones o los relacionados con temas sensibles de seguridad nacional, sin embargo, el resultado ha sido exitoso, pues ambas partes se corresponsabilizan por obtener los mejores resultados respetando los estándares de calidad y todo en un marco de transparencia y legalidad.
Las APP tienen como objetivo aprovechar las fortalezas de ambos sectores: el sector público proporciona bienes y servicios públicos, mientras que el sector privado aporta recursos, experiencia y eficiencia. Compartir riesgos es un concepto fundamental, donde los riesgos y las responsabilidades se asignan entre las partes en función de su experiencia y capacidad para gestionarlos. Muchas veces las empresas privadas participantes de una APP, obtienen parte de sus recursos a través de la colocación de acciones en el mercado accionario, como si se tratase de una empresa comercial, logrando con ello, mayores beneficios para la inversión en obra pública.
Si queremos lograr los mejores resultados para nuestras comunidades, debemos aprovechar todos los esquemas de inversión serios y probados, como lo son las APP que ya han demostrado fehacientemente que juntos, empresarios y gobierno, podemos hacer más con menos.
*El autor es Presidente de CMIC TIjuana/ diplomado en Northwestern University y de UC Berkley en Ingeniería de Tránsito
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