¡1,800 corporaciones policíacas y nada!
“La policía a veces inventa más de lo que descubre.” Napoleón Bonaparte
Hace 18 años, en el 2006, salió publicado un interesante texto de Genaro García Luna, quien independientemente de lo polémico del personaje, tiene una amplia experiencia, para bien o para mal, en materia policíaca.
El texto menciona que, en ese tiempo, en el país existía la friolera de 1,661 corporaciones policíacas, aunque hoy se afirma que son más de 1,800, cantidad que resulta verdaderamente exagerada y fuera de cualquier proporción si tomamos en consideración los magros resultados en la materia. Hace tiempo, en esta columna, nos referimos al hecho de que en Baja California había 23 corporaciones policíacas y mencionábamos la gravedad de ello, pues en lugar de que esto fuera positivo, permitía que por las “rendijas de la ley” los delincuentes pudieran escapar a la acción de la justicia, sin embargo ahora que conocemos la totalidad de corporaciones a nivel nacional, se vuelve más urgente su reglamentación a nivel federal.
Francia solamente cuenta con 2 corporaciones para todo el país, la Policía Rural y la famosa Policía Nacional Francesa y de esa manera combaten eficientemente el crimen, mientras que en nuestro país con 1,800 corporaciones tenemos 1,800 salidas para evitar la detención de algún peligroso delincuente, lo que aunado a que los recursos asignados tienen que incluir 1,800 áreas administrativas, gran cantidad de academias de policía disgregadas en toda la República, formación diversa, micro territorios o jurisdicciones, etc., que lo único que logran es pulverizar la efectividad policíaca.
Es claro que los delincuentes no analizan si el crimen a cometer es de jurisdicción federal o local, o si su persecución será competencia de la policía fiscal o del Beta o si el Gobierno en turno es panista o de Morena, simplemente comenten sus actos delictivos sin importar nada. Las telarañas mentales no existen en la mente criminal, éstas nacen de la excesiva reglamentación y burocracias gubernamentales
Por lo anterior, creo que sería bueno analizar cómo reducir la atomización policíaca y ver de qué manera se suman esfuerzos y sobre todo presupuestos para que en vez de discutir si tal o cual policía es eficiente o no, vayamos uniendo criterios y autoridades para reducir de 1,800 corporaciones a 32 en las que todos los involucrados (federación, estados y municipios) participen y sean corresponsales tanto en la aportación de recursos, ejecución de tareas y vigilancia elección de mandos y supervisión de tareas.
Queda claro que se requiere de una legislación que permita homologar funciones y responsabilidades y que la cual tiene que ser federal, marcando en todo momento los estándares para cualquier corporación, pero responsabilizando a todas las autoridades en su ejecución. Suena complicado pero el problema lo es también.
La meta tiene que ser eliminar tantas policías especializadas, que en vez de ayudar dificultan la tarea policíaca al atomizar la persecución de la delincuencia. Es necesario que se dicten a nivel federal los lineamientos de las policías para que poco a poco se vayan unificando hasta llegar a las menos posibles pero con criterios uniformes, como lo es el número de policías por habitantes, cordones de mando, etc.
32 corporaciones con mismo presupuesto, armamento, protocolos, equipamiento, pero también salarios y apoyos sociales para los policías y sus familias.
*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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