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El Cinturón del óxido

“El camino de la civilización está pavimentado con envases de hojalata.” lbert Hubbard

Ignacio  Calderón Tena

Porque no todo es eterno, el cinturón de óxido o “Rust Belt”, es un término acuñado en los Estados Unidos para definir lo que ha ocurrido en una parte de la región del Nordeste y Medio Oeste de Estados Unidos, en donde se ha dado un proceso de decadencia industrial y económica a partir de los años 1970 y que se refiere a la desindustrialización de la zona, lo ha provocado desde el cierre de fábricas y desde luego el éxodo de familias a otros sitios de la Unión Americana.

Las causas son muchas, sin embargo se incluyen la transferencia de trabajos de fabricación al extranjero, el aumento de la automatización en los procesos productivos y la decadencia de las industrias del acero y el carbón de Estados Unidos.

Durante el siglo XX, las economías locales de la zona de los Grandes Lagos, que abarca Búfalo, Chicago, Cincinnati, Cleveland, Detroit, Indianápolis, Jersey City, Kansas City, Minneapolis-Saint Paul, Duluth, Milwaukee, Newark, Pittsburgh, Rochester, San Luis, Etc., se especializaron en la fabricación a gran escala de productos de consumo e industriales, así como en el transporte y procesamiento de las materias primas necesarias para la industria pesada.

El auge de la industria automotriz en la región se debió en parte a la proximidad a las vías fluviales de los Grandes Lagos y a la abundancia de carreteras pavimentadas, caquier y ferrocarriles.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, las ciudades de la región del ahora cinturón del óxido, se encontraban entre las más grandes de Estados Unidos. Sin embargo, a fines del siglo XX, su población fue de las que más había disminuido.

Efectivamente, según datos del Banco Mundial, de 1970 a 2006, Cleveland, Detroit, Búfalo y Pittsburgh perdieron cerca del 45 % de su población y los ingresos familiares medios cayeron un 30% en Cleveland y Detroit, un 20 % en Búfalo y un 10 % en Pittsburgh, lo cual refleja el golpe tan fuerte para las economías locales y de las familias de la zona. Estas caídas, se dan justo cuando el crecimiento de la industria maquiladora en nuestro país, lograba un ascenso vertiginoso, generando una gran cantidad de trabajos y de riqueza para las zonas especialmente del norte de México.

Sin embargo, después de muchos años de vivir una bonanza económica en nuestro país, es posible que un cinturón de óxido o más bien de silicio, se esté cocinando en nueslidad, tra economía, un poco por las malas políticas implementadas por el gobierno federal que no permiten aprovechar de mejor forma el nearshoring, pero otro poco, por el agotamiento de la figura de la maquila. El caso es que desde hace mucho tiempo Baja California no experimentaba una caída en los empleos como ha ocurrido en este 2024.

El 4 de septiembre pasado, el INEGI dio a conocer que cerca de 24 mil trabajadores dejaron su empleo en la industria maquiladora de Baja California durante el último año. Este dato refleja una importante disminución en la fuerza laboral de un sector clave para la economía del estado.

Esto debe ser un llamado de alerta para que las autoridades, organismos empresariales y empresas, busquen alternativas para seguir atrayendo más empresas a la localidad y preservar el empleo existente, de lo contrario el cinturón de óxido o de silicio puede ser una realidad para Baja California.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.