Por fin una mujer

Por el derecho a la libertad de expresión.

Después de más de doscientos años, una mujer es elegida por los mexicanos como Presidente de la República. En este hecho sin precedentes, además, fueron dos mujeres las que contendieron, sin que existiera la opción masculina por esa posición electoral. Esta elección se da en una etapa de excesiva violencia contra las mujeres, que con mucha frecuencia y sin ninguna protección específica por parte de la justicia, son víctimas de feminicidio. Aunque las expectativas de la mayoría de la población no son positivas, se espera que, al menos, se modifique sustantivamente el trato y la importancia que se le brinde a este delito.

El país que deja Andrés Manuel López Obrador está en desgracia. La situación general, desde el punto de vista económico, es de una tasa de inflación relativamente baja y de un dígito y centésimas, lo que posibilita el consumo de la canasta básica a la mayoría de los ciudadanos. Sin embargo, el indicador del Coneval respecto a la pobreza extrema dice que 9.1 millones de mexicanos viven actualmente en la pobreza extrema. El dato alentador y positivo es que la tendencia hacia el crecimiento del salario mínimo es indudable. Esto nos invita a pensar que, en el futuro de mediano plazo, podría esperarse que haya menos pobreza extrema. Respecto a la situación de la seguridad social, estamos en una espiral decreciente con niveles de violencia extrema. La cantidad de asesinatos que han sido cometidos durante el sexenio, ya superan los 200 mil, siendo la impunidad la realidad que los rodea. La inútil e indignante política de contención de los crímenes denominada, Abrazos y no balazos, cuyo promedio diario ronda los 80 casos, fue en realidad un asunto de omisión y falta de respeto a la población en general. Dejará también, la situación de guerra interna que se está presentando en el estado de Sinaloa, donde los enfrentamientos de los grupos del crimen organizado, en su pelea por el espacio vacío dejado por el Mayo Zambada, está provocando refriegas armadas, cuyos resultados incrementan las muertes de civiles y militares diáriamente.

El país que le queda a la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, está en una crisis de violencia grave, que puede incrementarse y derivar, inclusive, en una guerra intestina. Claudia debe buscar con urgencia, una salida fuerte a esta serie de encuentros bélicos que afectan directamente a la población sinaloense. De otra manera, los carteles buscarán y encontrarán estrategias unionistas, que los volverán invencibles y dominarán completamente al país.

Como muchos mexicanos, tengo la esperanza de que la Administración de la Sheinbaum, modifique diametralmente la situación interna del país, y lo convierta en un lugar seguro, habitable y con un futuro mucho mejor. Creo que debe de dar el paso esencial que la convierta en la verdadera y real presidente del país, que escuche a todos, que gobierne para todos, y que finalmente, ponga en segundo término las opiniones López-Obradoristas.

Los mexicanos tenemos en nuestra historia personal y social, multitud de agravios cometidos por funcionarios corruptos, enriquecidos de manera inexplicable, que alardean de que no se les puede hacer nada. La resolución de luchar contra la corrupción era correcta, pero le faltó a la administración del gobierno actual, iniciar la lucha por desaparecerla. No hubo acciones para desarrollar estrategias para enjuiciar a todos los exfuncionarios que cometieron desfalcos y peculados. Les faltaron “tamaños” a los que se van. Sin embargo, los mexicanos tenemos esperanzas de que, siendo mujer la máxima dirigente del país, nos arregle la Patria, así como nos han estado administrando correctamente las mujeres, nuestros hogares. Claudia Sheinbaum, en tus manos está el futuro prometedor de nuestro país, o la derrota y el desmantelamiento de México. Tú decides. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.