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Un traje

El traje del verbo latino: tragere y este del latino clásico trahĕre, cuyo significado es “traer”.

Marco Antonio Hermosillo

El traje del verbo latino: tragere y este del latino clásico trahĕre, cuyo significado es “traer”.

Comúnmente se usa la palabra traje para denominar al conjunto tradicional masculino en el mundo occidental formado por un combinado de chaqueta y pantalón y en ocasiones, un chaleco.

El traje moderno apareció hacia mediados del siglo XIX en Inglaterra, donde se desarrollaron los patrones que aún hoy son vigentes y copiados en diversas regiones del mundo; pero los orígenes de su forma se pueden remontar a la revolución en el vestido masculino fijado por Carlos II, rey de Gran Bretaña en los años 1660. Carlos, después del ejemplo de la corte de Luis XIV en Versalles que decretó en 1666 que en la corte los hombres tenían que usar una capa larga o chaqueta, un chaleco. Por otra parte, el auge de la sastrería británica, que utilizó el vapor, la presión, el acolchado y almidonado para moldear la tela de lana al cuerpo; después la invención de la corbata moderna a finales del siglo XIX.

Entendida como una de las creaciones más útiles del ser humano desde casi el comienzo de su existencia, la vestimenta, reviste de una importancia singular en la calidad de vida de cualquier persona o individuo. Es una descripción y presentación de quién somos ante los otros. Transmite tradiciones, gustos, preferencias, así como permite manifestar posturas sociales o políticas. Siempre he pensado que todos debemos de tener un traje para ocasiones especiales, no importando la edad.

Con ese pensamiento cuando Paco tenía once o doce años lo lleve a comprar un traje, es un sentimiento curioso pero bonito al ver que un sastre elegantemente vestido con su flexómetro al hombro, su tiza para marcar en la oreja y alfileres para sujetar, lo dirige para saber las medidas de cuello, mangas, cintura, largo de pantalón y saco; el proceso para buscar dos camisas de diferente color y una vistosa corbata que combine o contraste perfectamente con el color del traje y camisa.

Varios años pasaron y nuevamente acompaño a mi hijo a la misma dinámica de comprar un traje a la medida, aunque ahora en una faceta distinta, escoger un traje con un ritual diferente: a su gusto de color y modelo, todo lo dirige el ya que la situación cambio y el evento lo amerita, ahora el traje es para su boda, así es, mi niño se casa.

Como padre, siempre he deseado lo mejor para mi hijo y ver que ha encontrado a alguien especial con quien compartir tu vida me llena de gratitud. Su felicidad es mi mayor recompensa, y saber que estás construyendo un futuro en compañía de alguien que lo valora y le ama profundamente, me llena de alegría, amor y orgullo.

Ver su alegría me llena de un inmenso orgullo. Es emocionante ser testigo de este nuevo capítulo en su vida, donde se embarcan en el camino del matrimonio.

Paco quiero expresarte lo feliz y orgulloso que me siento al verte crecer y encontrar un camino compartido al lado de Sandra, desearles lo mejor y que sean muy felices.

*El autor es coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS

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