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El Silencio de los Expresidentes

“En boca cerrada, no entran moscas” Refrán popular

Ignacio  Calderón Tena

Se trata de una vieja máxima, una “regla no escrita” que se aplica a todo tipo de funcionario o titular de una institución, pública o privada que termina su encargo. Esta regla cobra mayor fuerza al hablar del Titular del Poder Ejecutivo Federal, al sentenciar que el Presidente que se va, se calla, para dejar en absoluta libertad al nuevo Mandatario.

en cualquier organización, patronato o asociación, el presidente que termina su encargo generalmente se retira, por lo menos de manera temporal de la institución a la que sirvió, con el único objetivo de facilitarle el camino al nuevo líder y evitar, de esa manera, que la actuación del que se va jale reflectores opacando la labor del nuevo consejo directivo.

En el terreno de los funcionarios públicos resulta de mayor trascendencia ese retiro del político que termina, pues en algunos casos, como el de los presidentes de México, acaparan tal fuerza y poder que corren el riesgo de seguir mandando aun después de terminado su encargo, por eso se dice que el año mas difícil de un presidente es el séptimo.

Casos de abusos del poder y megalomanía, los tenemos en personajes como Plutarco Elías Calles que después de terminar su mandato continuaron decidiendo los destinos de los mexicanos, quién no recuerda al Presidente Ortiz Rubio, el cual que dimitir por la presiones que ejercía el Jefe Máximo, quien siguió gobernando hasta que llego alguien similar, el Presidente Lázaro Cárdenas que lo expulsó del país.

En la época moderna de México ya no se consignan hechos tan fuertes, pero si muchas “invitaciones” a Ex presidentes para encabezar embajadas en sitios remotos a fin de cortar el canal de influencia política de ellos, tal fue el caso de los mandatarios Díaz Ordaz y Echeverría, designados embajadores para España y Australia, respectivamente, por sus sucesores.

Hubo otros casos de pleitos fuertes, como el protagonizado por el Presidente Salinas de Gortari al término de su gobierno, quien a propósito de la detención de su hermano Raúl Salinas, ordenada por la administración de Ernesto Zedillo, inició una huelga de hambre para posteriormente abandonar el país y refugiarse en Irlanda.

Otro que le ha costado tener la boca cerrada es al Expresidente Fox, quien siempre fue propenso a hablar de más, pero ya como expresidente ha cometido una serie de pifias que han puesto en aprietos no solo a su sucesor, Felipe Calderón sino también a su partido al evidenciar frívolamente su patrimonio y pretender perpetuarse a través de la Fundación Fox. Estas actitudes, aunadas a la desmesura de Vicente Fox lo han colocado en la picota, conduciéndolo a perder su capital político.

El caso del Expresidente Peña Nieto, ha sido diferente, pues se ha dedicado a viajar y conocer mujeres hermosas, olvidándose que alguna vez fue Titular del Ejecutivo Federal.

Esperemos que el ahora expresidente López Obrador, entienda la importancia de dejar a su sucesora a hacer las cosas por sí misma, a equivocarse y aprender sobre la marcha y no hacerle sombra para que pueda brillar durante su sexenio.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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