Grafopatología

Sí es posible detectar signos de enfermedad en la letra manuscrita.

¿Qué es y para qué sirve la grafopatología? La grafopatología es la rama de la grafología que estudia las alteraciones que se producen en los grafismos. Estas variaciones en la letra pueden responder a perturbaciones tanto psicológicas como fisiológicas ya sean latentes o manifiestas, crónicas o temporarias.

Esta disciplina es una herramienta de gran utilidad en el ámbito de la salud porque permite recolectar información rápidamente. Los rasgos gráficos, en ocasiones, se deterioran antes de que la enfermedad se declare. Permite orientar los diagnósticos y reconocer la evolución y respuesta al tratamiento a través de la comparación con textos anteriores de la misma persona.

Otra ventaja de la grafopatología sobre otras pruebas proyectivas es en el ámbito de la psiquiatría forense ya que el examinado no percibe que está siendo evaluado mediante el sencillo acto de escribir.

La grafopatología detecta las alteraciones de los estados biopsicosociales que se traducen en la escritura. Estas anormalidades se van a manifestar en alguno o varios de los aspectos gráficos permitiendo encontrar la relación entre la alteración en la escritura y las perturbaciones psíquicas, biológicas o sociales.

Importante es señalar que el Perito no diagnostica porque no es un médico. Colabora con profesionales de la salud para la detección temprana o precoz de los signos prodrómicos de enfermedades y así contribuir en la prevención, evolución y el seguimiento de los tratamientos. El que se dedica a la grafopatología es un profesional sumamente entrenado que logra reconocer y diferenciar las alteraciones del trazo que no son compatibles con estados mórbidos sino solo alteraciones del bolígrafo.

Signos Prodrómicos, en grafopatología se hace mención a menudo de los signos prodrómicos. La fuente de información o pistas para esta disciplina son aportadas por los trazos con alteraciones y la zona de la escritura en la cual se producen.

Los signos prodrómicos son el conjunto de signos gráficos que preceden al desarrollo de una enfermedad. Cada patología posee un conjunto de estos signos que la caracterizan.

Para determinar el ambiente gráfico de un escrito hay que tener en cuenta la madurez emocional de quien escribe y el equilibrio entre las zonas gráficas.

La personalidad madura se traduce en un escrito normal o sano. La madurez emocional nos permite adquirir nuevos aprendizajes y desarrollar conductas sanas. Indica que nos encaminamos hacia la evolución personal.

Cuando la tensión que generan las emociones se incrementa o desciende por debajo del nivel óptimo se altera el equilibrio del ritmo natural. La conducta se desborda, se producen excesos y desproporciones en la escritura también.

Los trazos defectuosos y desajustes en la forma, el espacio, el movimiento y la presión de la onda gráfica manifestará la falta de concordancia entre las funciones vitales.

También es muy útil en el apoyo de generar una historia evolutiva en el desarrollo escritural, esto es que analiza los cambios naturales durante la madurez de un escribiente ya que nuestra escritura también va envejeciendo con nuestra cronología.

*El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS