La bestia, Sonríe 2 y más…

Pasando de la vacuidad de la cartelera veraniega, los cines han sido repentinamente inundados con cintas de calidad. La bestia, de Bertrand Bonello, nominada al león de oro en el festival de Vencia de 2023, presenta una visión del irracional miedo al futuro.

Inspirada en el cuento La bestia en la jungla de Henry James, la cinta plantea la penetrante idea del pavor ante un acontecimiento desconocido en un futuro incierto.

A través de tres periodos temporales, Bonello profundiza en la idea que perturba a su protagonista. En el 2044 Gabrielle (Lea Seydoux), una joven que está considerando someterse a un procedimiento que eliminará su infelicidad, conoce a Louis (George MacKay), quien comparte su nerviosismo ante la efectividad del tratamiento.

En el París de 1910, Gabrielle, una reconocida pianista, casada con un fabricante de muñecas, inicia amistad con un admirador, Louis, a quien le confía su miedo a “la bestia” imaginaria.

En Los Ángeles del 2014 Gabrielle, es una actriz acechada por un perturbado incel que publica videos con sus ideas misóginas. Con su incomoda narrativa a traves de las eras, Bonello insinúa un ciclo inevitable, un pasado del cual no se puede escapar y un futuro aterrador en su incertidumbre. Más que una trama lógica, La bestia expone una inefable sensación que permea nuestra sociedad post pandémica, sumergida en el miasma de un malestar paralizador.

En el extraño caso de las secuelas que logran mantener un respetable nivel de calidad, se encuentra la segunda entrega de Sonríe. Después de la alegoría sobre las enfermedades mentales de la primera parte, el director Parker Finn regresa con una inteligente continuación que se ocupa de exponer las consecuencias del trauma no resuelto, las adicciones y la sobre mercantilización/explotación de las estrellas del pop a costa de su salud y seguridad (recientemente expuesto por Chappell Roan). Adicional a su interesante uso del género, Finn brinda secuencias sorprendentemente bien dirigidas y coherentes con lo que se expresa en cada momento.

Pero la verdadera estrella de la cinta es Naomi Scott, quién brinda verisimilitud a los increíbles sucesos, a través de una impresionante actuación que hace palpable el sufrimiento de su personaje de diva del pop acosada por demonios de la mente.

A cielo abierto, otro estreno del festival de Venecia 2023, es el primer largometraje de los hermanos Mariana y Santiago Arriaga, hijos de Guillermo Arriaga (escritor del guión).

Un exitoso arquitecto muere en un accidente de carretera, al ser embestido por un trailer. Dos años después, en 1995, Salvador y Fernado, los hijos adolescentes del fallecido deciden tomar la justicia por propia mano y se embarcan en un viaje a Coahuila en busca del trailero que “mató” a su padre.

Para complicar las cosas, su media hermana Paola, los acompaña en el viaje. Lo que promete ser una historia interesante se ve entorpecida por las actuaciones acartonadas de los tres protagonistas, que se podrían justificar como consecuencia de trauma y aturdimiento adolescente, pero el resultado en pantalla refleja otros defectos. Las composiciones de Ludovico Einaudi son forzadas a trabajar extra para disimular la carencia en las actuaciones, y paradójicamente, durante la secuencia de mayor registro emocional, a cargo de Julio Cesar Cedillo (el trailero), el volumen musical es tan elevado que termina ahogando sus diálogos.

Otra cinta que recuerda el error de la venganza es El Conde de Montecristo, bien lograda adaptación del antihéroe primigenio de Alexandre Dumas. Y para una divertida e inesperada aventura, con tintes de acción ochentera, pero protagonizada por una nonagenaria, e inspirada en una anécdota real, Thelma una abuela en acción.

Muchas opciones para ir al cine y disfrutar en pantalla grande.