Moche

En el lenguaje coloquial de los mexicanos le decimos moche o mochada a una mordida, que en lenguaje formal no es otra cosa más que un vulgar soborno. Y tengo que precisar que los moches no solo se ofrecen y se reciben entre empleados de medio pelo. ¡Qué va!, también se dan entre altos ejecutivos, funcionarios y ricos hombres de negocios.

Ahí tiene a Emilio Azcárraga Jean, quien acaba de dejar la presidencia de Televisa porque le empezó a llegar el agua a los aparejos con la investigación que está realizando el Departamento de Justicia de Estados Unidos acerca de moches millonarios entre la FIFA y Televisa.

Un testigo protegido soltó la sopa para obtener inmunidad y echó de cabeza a Azcárraga y compañía, quien soltó jugosos moches para quedarse con los derechos de transmisión de partidos de diversas ediciones de copas del mundo.

El mochadero tiene una larga cola, ya que desde 2015 una treintena de funcionarios de la FIFA y de diversos organismos relacionados con el fútbol fueros acusados de corrupción en el “Caso FIFA’ que involucra a Televisa y su patrón.

El caldo se coció y echó hervor en 2018 cuando un grupo de accionistas demandó a la empresa por haber perdido millones de dólares con dicho teje y maneje; por lo que tuvieron que pagarles 95 millones de dólares para taparle el ojo al macho y aquietar el avispero.

Pero, aunque se ve gorda la cifra de los 95 melones de dolarucos (que en pesos son 1,900 millones); no lo son tanto para una empresa que ese año tuvo ingresos por 15,630 millones de pesos.

Lo que Emilio Azcárraga Jean ya no se podrá quitar de encima jamás es que lo tilden de ser un chanchullero que gusta de hacer negocios por medio de sobornos, mordidas y moches a diestra y siniestra.

LA PALABRA DE HOY: MOCHE

Proviene del verbo mochar que literalmente es “dar golpes con la mocha o cabeza”. Pero que coloquialmente es un sinónimo de mordida o soborno. Que comúnmente se utiliza cuando se quiere evitar una multa o agilizar un trámite uno tiene que mocharse.

DE MI LIBRERO: ODEBRECHT

La trama de corrupción de la empresa brasileña, Odebrecht, que realizó innumerables sobornos en varios países de América Latina. México no fue la excepción y aquí los fraudes, chanchullos, mordidas y moches sumaron a un titipuchal de millones de dólares.

La organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad dio a conocer que, en 2010, la Auditoría Superior de la Federación detectó contratos fraudulentos en Pemex por 1,574 millones de dólares…

Y se fueron de largo en años siguientes, permitiéndole a la empresa brasileña -mediante sobornos- la fabricación de productos de plástico con ganancias por más de 2,500 millones de dólares.

Y, por si fuera poco, también le entraron a las patadas del fútbol negociando fraudulentamente con la FIFA y Televisa la exclusividad par las trasmisiones de varios mundiales y así consumar negocios dando y recibiendo jugosos moches.

*- El autor es profesor de redacción creativa en Cetys Universidad