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Pues, ganó

En mi anterior entrega aseguré que este sábado iba a estar celebrando el triunfo de Kamala Harris, como presidenta de los Estados Unidos, pero como muchos millones de personas en este país, y en el resto del mundo, fallé en mis predicciones.

José Roberto  Vázquez

Por el derecho a la libertad de expresión.

En mi anterior entrega aseguré que este sábado iba a estar celebrando el triunfo de Kamala Harris, como presidenta de los Estados Unidos, pero como muchos millones de personas en este país, y en el resto del mundo, fallé en mis predicciones. Tal vez me sucedió lo que le pasó a la oposición mexicana, que creyeron que tenían posibilidades de salir triunfantes, pero que fueron apabullados inmisericordemente. No tengo ninguna teoría en que basarme para explicar por qué ganó Donald Trump, pero creo que fue la falta de consistencia y auto respeto de las mujeres y los hispanos que votaron por él, quienes después de haber sido insultados, menospreciados y discriminados constantemente por Trump, decidieron apoyarlo y llevarlo a la Gran Silla estadounidense. Esas palabras injuriosas y despectivas que expresó en sus mítines, en sus declaraciones a los medios y en entrevistas de banqueta, hablando de que los migrantes eran unos delincuentes, asesinos, drogadictos, salidos de las cárceles, que intentaban llegar a USA solo para contaminar a la sociedad estadounidense fueron insolentes en extremo.

No entiendo cómo se puede votar por alguien que fue acusado formalmente de treinta y cuatro delitos, de los cuales ya fue condenado y espera una sentencia. Según información tomada de la Agencia de Noticias CNN, los 34 cargos son por falsificación de registros comerciales relacionados con 11 facturas, 12 vales y 11 cheques por su participación en el plan, para evitar que la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels, hiciera públicos sus amoríos con él. Con este motivo, utilizó a Michael Cohen su abogado en ese entonces, quien pagó por Trump 130 mil dólares, bajo la consigna de que se le iban a reembolsar. Afirma CNN que, si bien pagar dinero por silencio no es un delito en USA., los fiscales alegaron que Trump falsificó intencionalmente documentos para ocultar su pago a Cohen, bajo la apariencia de un anticipo por servicios legales, con el objetivo de ocultar información a los votantes, durante las elecciones presidenciales de 2016. Esto es, obviamente, una acción ilegal que el jurado decidió era consistente con la decisión de declararlo culpable.

Así pues, con lo escandaloso de todo esto y más que ya se ha dado a conocer mundialmente, ganó las elecciones con un apoyo extraordinario que no solo le incrementa el poder, sino el ego del que tanto se regodea. Durante la campaña no solo hizo señalamientos desproporcionados, sino que también lanzó amenazas que no podrá cumplir tan fácilmente. Hay toda una legislación interna de su país y otra de carácter internacional a la cual se debe constreñir, antes de tomar decisiones importantes que dañen a terceros.

Donald Trump no es el mundo ni tiene todo el poder. Como todos los presidentes de los países, debe ejercer leyes, escuchar y obedecer los mandamientos y recomendaciones que emanen de los organismos que lo controlan. Él por sí mismo, no puede tomar decisiones, pero si lo hace sus acciones erróneas le traerán consecuencias, que, según el caso, le pueden complicar la vida. Además, la situación internacional está en un momento de extremo peligro, y cualesquiera decisiones de políticas internacionales, deben considerar los posibles impactos mundiales que se deriven de ellas.

Al final de cuentas, lo real es que la gran mayoría de los estadounidenses lo eligieron presidente y gobernará durante cuatro años. Esta es una decisión soberana y quienes no votaron por él deberán aceptarlo. Eso es la democracia, uno es el que triunfa y los gobierna y el que perdió, debe reconocerlo como el líder del país. Eso no quiere decir que le debe obediencia absoluta, por el contrario, es una exigencia que esté al pendiente, que critique las malas decisiones y reconozca los aciertos. Juntos, los ganadores y los perdedores, conforman la nación. Vale.

*El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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