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El capital social

“El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe.” Alexis Carrel

Ignacio  Calderón Tena

“El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe.” Alexis Carrel

Se trata de un concepto relativamente nuevo y tiene que ver con la ayuda que la sociedad organizada brinda a la misma sociedad que por cuestiones diversas no sabe, no tiene o no puede realizar determinada actividad que le de una forma de sobrevivencia. Se basa en aquella vieja máxima de Lao Tsé: “Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.”

Entre otras organizaciones, el Banco Mundial está estudiando cómo lograr evaluar sus proyectos en términos de logros en materia de desarrollo del capital social. El BID por ejemplo, ha creado una iniciativa sobre este tema. ¿Qué es realmente el capital social? ¿Por qué despierta tanto interés?, ¿Cómo se hace para hacerlo crecer?

El capital social está en el centro de los éxitos productivos, y económicos de las sociedades. Un elevado capital social se transforma en factores como estabilidad política y macroeconómica, incentivos para la productividad y la innovación, énfasis en la educación, transparencia, erradicación de prácticas corruptas, crecimiento del trabajo voluntario. Un bajo capital social, provoca altos niveles de desconfianza, poca participación, baja conciencia cívica y genera condiciones muy desfavorables para el progreso económico y social.

Para que existan las condiciones que eleven el capital social en un país, se requiere, entre otras cosas, de un elevado nivel de confianza en la sociedad, si la confianza es alta, suben las posibilidades de cooperar en múltiples aspectos, y se genera todo orden de apoyos y cooperación. Si la confianza es baja, ello mina muchas sinergias posibles, y presiona por la creación de instancias para vigilar y obligar al cumplimiento de los acuerdos; todos dudan de todos y de todo.

Estos elementos van muy ligados a la riqueza del tejido social, el nivel de participación efectiva de sus miembros en sus organizaciones; los comportamientos cívicos; las actitudes hacia aspectos generales desde los más elementales como el cuidado del aseo en los lugares públicos, hasta el cumplimiento de las leyes; los valores éticos predominantes en una sociedad; si son positivos, ello beneficiará todos los aspectos de su dinámica, incluidos los productivos, si son negativos minarán las bases de la sociedad, y ello favorecerá la corrupción.

Debemos comentar que Estados Unidos ha sido desde hace décadas un país donde el capital social es alto, sin embargo Israel, de acuerdo con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), es de los países con un nivel más alto de este capital, se dice que más del 25% de su población dona una gran cantidad de horas de trabajo a organizaciones de la sociedad civil que generan bienes y servicios principalmente sociales. Los voluntarios son de todas las edades y orígenes culturales, y aportan personal paramédico a todos los hospitales, prestan servicios para los discapacitados, ayudan a la absorción de inmigrantes, colaboran en educación, y otros múltiples campos.

La gran pregunta que queda en el aire es ¿cómo podemos promover el crecimiento de esta sana costumbre en nuestro país, que independientemente de colores partidistas, urge sea fomentada? Nos debe unir el deseo de servir y no el deseo de lucir.

*El autor es asesor empresarial en cabildeo

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