Los MEED en el desarrollo económico mundial
“Ningún problema económico tiene una solución puramente económica.” John Stuart Mill
Los MEED (Mercados Emergentes y Economías en Desarrollo) son países que se encuentran en camino a lograr un desarrollo económico y social que los lleve a convertirse en uno más de los países avanzados.
Estos países enfrentan desafíos como la desigualdad de ingresos, la vulnerabilidad a desastres naturales y la dependencia del comercio mundial. Son países que se encuentran en proceso de crecimiento y que, por lo tanto, generan interés en los inversionistas mundiales. Esos países todavía no son desarrollados, pero en conjunto representan una parte considerable de la población mundial. Por la cantidad de habitantes que los componen, influyen en la capacidad de consumo mundial y pueden ser un referente de hacia dónde van las tendencias económicas.
Hoy por hoy, las economías de mercados emergentes y en desarrollo generan casi 80% del crecimiento económico mundial, y México es uno de ellos. Según la mayoría de los economistas, en la lista de estos países se encuentran muchas economías latinoamericanas, como Brasil, Argentina, Chile, Colombia, México, Perú, y algunos países del Sudeste de Asia. La mayoría de los países en Europa Oriental, Rusia, algunos países en el Medio Oriente (particularmente en los Países Árabes del Golfo Pérsico), y partes de África (en especial Sudáfrica), también forman parte de este grupo, destacando su población y potencial económico.
Es un hecho que la pandemia de COVID-19 aumentó la desigualdad de ingresos en el mundo, rompiendo cualquier avance en la reducción de la desigualdad y afectando desproporcionadamente a los países llamados MEED, donde la desigualdad de ingresos es mucho mayor que en las economías avanzadas.
Resulta interesante comprender que las economías sólidas tienen un comportamiento distinto a estos MEED. Según el informe del Banco Mundial, el crecimiento de las economías avanzadas se desacelera desde el 2022 en adelante, provocado por las elevadas tasas de interés impuestas por el gobierno norteamericano y los conflictos comerciales con China, los cuales, por cierto, se verán incrementados con el arribo del próximo presidente de los Estados Unidos.
En el caso de México, gracias al nearshoring, se tienen indicadores más positivos debido al fenómeno de la relocalización de fábricas alrededor del mundo para la producción de bienes y atender el mercado de Estados Unidos. Recordemos que tras la pandemia, las cadenas de producción de bienes, principalmente de autos, autopartes, tenis y ropa, se rompieron, por lo que se vieron seriamente afectadas por el paro de actividades en China y de otros grandes productores de partes.
Después de ello, las empresas están reinstalando sus fábricas cerca de su mercado más importante, que es Estados Unidos, y el sitio ideal para hacerlo es México. Esto les permite atender la demanda de bienes de consumo de Estados Unidos, una práctica conocida como nearshoring.
En esa virtud, las expectativas de México han sido más favorables, gracias al apetito de los inversionistas hacia el país más cercano a su mercado mundial. Esto, aunado al fuerte incremento del salario mínimo en México, son elementos que ayudan a conservar un crecimiento económico del país. Sin embargo, en la medida que los grandes países continúen en camino a una inevitable recesión, México y los demás MEED tendrán el mismo final de sus golpeadas economías.
- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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