Depresiones

Hoy se conmemora el día mundial de la lucha contra la depresión. Vale la pena una pequeña reflexión al respecto. Hoy encontrarán abundantes guías para sospechar una de las varias formas de la depresión, educación hay cada día más. Pero la información con este tipo de guías populares no parece incidir suficiente en prejuicios y temores. Me sorprende que aún se pregunte si la depresión mayor tiene algún componente biológico. La depresión de un duelo es distinta de la depresión clínica, la tristeza es parte de la esencia humana, es un mecanismo para elaborar las pérdidas, esta a veces se enferma. Siempre hay un factor biológico en el mecanismo causal de esa depresión contra la que hay que luchar. Hay recursos que inciden directamente en esas estructuras donde la química y física del cerebro están alteradas. Así como la ansiedad es parte de la esencia humana, se descompone, desde el extremo psicópata que no teme a nada, hasta la hipocondría donde una fantasía se vive como amenaza. Todos alucinamos, también, en principio con el contenido del sueño, escenario donde alucinamos todas las noches, lo recordemos o no. Cuantos se exceden en obsesiones y manías, cuantos se van al otro extremo desordenado. La mayoría de las alteraciones mentales es el desajuste de algún mecanismo encargado de las emociones y el pensamiento. La depresión es el pan de cada día en mi oficio, diariamente tendremos a algún paciente en riesgo suicida por una depresión. Salvo en la eutanasia, hay que estar loco para matarse, tiene que prácticamente psicotizarse la persona como para ejecutar su muerte. Una de cada veinte personas atravesará un episodio de depresión grave en el curso de su vida, en muchos de ellos se repite el episodio y aún no se tratan médicamente. Yo creo ya tocamos los ochenta psiquiatras en Tijuana, aún así, no nos damos abasto. Lo ideal es prevenir la depresión, saber pedir asesoría profesional ante una dificultad, que se salga en tiempo y forma de la típica depresión que en algún momento todos podemos sentir. Es tan común sentirse deprimido por un momento que cuando alguien realmente se enferma se le imponen buenos deseos y consejos, no hay que proyectarse y darle de palmadas en la espalda a alguien que sufre de depresión, la compasión es arma de dos filos. Hay que entender que el deprimido verá casi todo a través del lente de la depresión, eso que solía llamarse melancolía. La mejor lucha contra la depresión es su prevención, su atención temprana, sobre todo en la adolescencia y veintes. La depresión como enfermedad es horrible.

*- El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.