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Pocos lo logran

“Reaccionas con los hábitos, y respondes cuando piensas” Bob Proctor

Octavio  Ballesteros

En el aspecto personal, y en el profesional la mejora continua es una necesidad acuciante, máxime en este mundo que está evolucionando constantemente. El no hacerlo implica quedarte atrasado, obsoleto, y eso los demás y el mercado lo capta inmediatamente.

DOS EJEMPLOS ANTAGÓNICOS

Tenemos el caso de un mesero que cuando el cliente le pide la carta de vinos y se la muestra, le pide uno en especial y el mesero le confiesa que no puede pronunciar bien su nombre y que verificará si hay existencia.

El caso es que el mesero lleva más de diez años trabajando en dicho lugar, y ni siquiera sabe pronunciar el nombre de los vinos que manejan. Se puede decir que no pone mucho empeño en su trabajo y probablemente las propinas no hayan sido muy generosas por su servicio.

Ahora vayamos al caso de Ferran Adria, el chef del restaurante El Bullí, el cual tenía tres estrellas Michelin. Ferran lidera el campo de la cocina molecular, tenía la capacidad de ofrecer hasta treinta y cuatro platillos diferentes en una comida, y cuidando los detalles de los mismos de una manera implacable. El momento cumbre de su Restaurante es cuando llega a tener dos millones de solicitudes de reserva, y en ese momento es cuando Adria decide cerrarlo.

¿Qué ocurrió? Sintió que ya había llegado lo más lejos posible en su carrera como chef, y necesitaba enfrentarse a nuevo retos que como artista él se considera.

CONCLUSIÓN

Cuando llegas a la cima de algo gracias a tu proceso de mejora continua es el momento de abandonar tu fórmula ganadora y emprender otra, y para esto se necesita mucha fortaleza y voluntad.

Ejemplo: Jobs deja las computadoras y se enfoca a entretenimiento y comunicación, y Apple es la empresa informática más grande del mundo; la industria automotriz está volcada actualmente en los carros eléctricos, y ya BMW anuncia que se despide de los eléctricos y se concentrará en el hidrógeno como fuente de energía.

Otro ejemplo es como las grandes instituciones financieras están perdiendo mercado ante las alternativas digitales que están surgiendo en dicho ramo... Debe ser arduo hacer los cambios cuando te está yendo muy bien, y para ello se necesita pensar, y acuérdate de esta estadística: 2% de las personas piensan, 3% piensan que piensan, y el 95% prefieren morir antes que pensar. Es por ello que pocos lo logran. ¡Feliz domingo estimado lector!

El autor es socio en el Despacho Asesores Ballesteros

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