Emprenden sin miedo: el fin del wokismo
“La caída de la cultura woke no significa que dejemos de luchar por la justicia social”.
La cultura woke, que nació con la supuesta intención de promover justicia social y combatir el racismo, se transformó con el tiempo en una corriente rígida que impone una forma de pensar. Quienes no se alinean son cancelados, y la libertad de expresión queda atrapada en un tipo de “dictadura moral”. Sin embargo, algo está cambiando. Cada vez más personas están diciendo “basta” y buscando recuperar espacios para debatir y expresarse libremente. Los triunfos políticos e ideológicos de Trump, Millei, Meloni, Bukele y demás, son ejemplos interesantes para observar.
Los empresarios han sufrido especialmente las consecuencias de este ambiente rígido. Lanzar una idea arriesgada o expresar una postura diferente los ha convertido en motivo de críticas, cancelaciones, auditorías por parte del gobierno o boicot comercial. En cambio, en una sociedad que valore la libertad de expresión, los emprendedores tendrán más oportunidades para innovar y ser auténticos sin miedo.
Esta nueva etapa en la vida pública global tiene riesgos como toda ideología mal planteada, pero también creo que permitirá a las marcas y proyectos conectar con la gente de manera genuina, a partir de valores reales u objetivos y no simplemente de fantasías o interpretaciones relativas para cumplir con tendencias pasajeras.
Para aprovechar este cambio, sugiero considerar algunos pasos concretos:
1. Fomentar el pensamiento crítico en la educación. Las escuelas deben enseñar a los jóvenes a analizar ideas, debatir y respetar diferentes puntos de vista. La cultura woke aniquiló en el sector educativo muchos escenarios valiosos para el debate de las ideas por miedo a represalias o el condicionamiento de fondos públicos y privados de continuar con estos espacios libres.
2. Proteger la libertad de expresión. Las leyes y las plataformas digitales deben garantizar que las personas puedan opinar sin temor a ser censuradas. Al comprar X (antes Twitter), Elon Musk está siendo blanco de severas críticas por parte de los medios masivos tradicionales justamente por haber suspendido los filtros y censuras enquistadas en la cultura woke de esta red social por parte de sus antiguos dueños.
3. Promover el respeto mutuo. Aprender a escuchar y entender que el desacuerdo no es un ataque es clave para avanzar como sociedad y parece ser que mucha gente no está lista para ello. Se sigue creyendo que disentir es sinónimo de odio: estar a favor de la familia tradicional es ser homofóbico, estar a favor de la vida es ser retrógrada, estar a favor de la inmigración legal es ser xenófobo y me puedo seguir con una larga lista de fobias, etiquetas clásicas del wokismo y sus promotores.
La caída de la cultura woke no significa que dejemos de luchar por la justicia social y las causas legítimas de las minorías, más bien significa una oportunidad para avanzar hacia un mundo donde todos tengamos espacio para expresarnos y crecer. Este cambio es una gran oportunidad para los emprendedores y para la sociedad en general: un llamado a construir un futuro más libre, creativo y productivo para todos.
*- El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.
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