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Viven fiesta beisbolera

Previo a la final de la serie del Caribe, la que se anduvo paseando entre los asistentes al partido, fue la gobernadora del Estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda.

Agua  Caliente

Previo a la final de la serie del Caribe, la que se anduvo paseando entre los asistentes al partido, fue la gobernadora del Estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda. Y contrario a lo que algunos aseguran a la primer mandataria le fue muy bien ese contacto con la ciudadanía.

Y es que de manera espontánea se acercaban a ella hombres, mujeres y niños para tomarse la foto y saludarla. Contrario al ambiente que algunos que se dicen influencers quisieron hacer creer, el contacto de los ciudadanos con la gobernadora se dio de manera espontáneo y fue de manera amable y de agradecimiento. Y es que para muchos cachanillas fue una sorpresa grata el ver cómo quedó el Nido de las Águilas.

Para muchos fue una gran fiesta, la serie del Caribe que hace años no se realizaba en Mexicali. En videos quedó registrado como cantaron, bailaron y se tomaron fotos con ella.

Ayer Julio César Chávez fue el encargado de lanzar la primera bola en la final, lo que dio muestra de su popularidad.

Sin duda, la serie del Caribe trajo que Mexicali y Baja California fueran noticia nacional de manera positiva. Hubo saldo blanco en esta fiesta que duró una semana y que perdurará en la memoria de muchos cachanillas.

Siguen los errores

Y si todavía faltaba más, el nuevo capítulo de la Sindicatura de Rosarito se proyectó este jueves cuando se dejó al descubierto que esta dependencia, encargada de vigilar y sancionar a los funcionarios que incurren en faltas, parece ser que las está cometiendo y graves.

Por razones incomprensibles en términos de procedimiento, resulta que el director de Responsabilidades, Manuel Morán, trabaja en esa posición por puro amor al arte ya que no percibe ingresos vía nómina y tampoco tiene ningún derecho laboral, pero sí funge y firma documentos oficiales con ese cargo.

Estas “nimiedades”, salieron a relucir en una sesión -no sesión- que se tuvo que convertir en junta de la Comisión de Honor y Justicia, por las irregularidades en el nombramiento de dicho funcionario, así que salieron chispas.

Lo malo de esto que supera es que no se sabe hasta cuando se podrán reanudar las sesiones de la comisión y se castigue, si es el caso, a los malos policías y peor aun cuáles serán las consecuencias en el caso de que se demuestre que la Sindicatura ha actuado mal y de manera negligente, la moneda está en el aire. Porque ahora sí, como diría el Chapulín Colorado, ¿quién podrá defendernos?

Lo único que sí es seguro, es que cada vez la brecha que separa la las oficinas de la Presidencia Municipal con la Sindicatura es mayor y hay quienes dicen que es irreconciliable.

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