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Como lo predije, no terminarán la Internacional

Mis amigos se ríen cuando digo esta expresión pero hoy viene mucho al cuento: ¡odio tener la razón!

Pepe  Avelar

Mis amigos se ríen cuando digo esta expresión pero hoy viene mucho al cuento: ¡odio tener la razón!

Cuando en 2022 anunciaron que el Gobierno federal se haría cargo de una obra que ideó Kiko Vega como gobernador, después presentó Jaime Bonilla y en algún momento también lo hizo Marina Ávila, me parecía de locos que fuera una obra para que “inaugurara” AMLO antes de irse, como temerariamente lo afirmaron.

Hará un par de meses que la Gobernadora hizo algunas visitas de inspección y recorridos en la zona hasta que un día se le ocurrió decir (porque fue una ocurrencia) que la obra del viaducto elevado de la Avenida Internacional estaría listo para abril del 2025 “a tiempo para el Tianguis”.

Hace unos días tuvieron que aceptar lo obvio. Esa obra no tiene ni el 30% de avance. ¡Imagínense! El proyecto del viaducto inicia desde la glorieta del aeropuerto en la colonia Libertad parte alta, pasa por unos puentes para cruzar la Garita de San Ysidro y la canalización del Río Tijuana, se conecta al puente sobre la avenida Internacional (que es lo único que más o menos se ve “avanzado”), entra por el túnel bajo el Fraccionamiento Soler (que dicen que está casi listo) mas el puente sobre el Cañón del Matadero y el túnel para conectar hasta Playas de Tijuana. Calculo, que si bien nos va y avanzan al ritmo que llevan hasta ahorita, quizás en unos 3 años, podamos circular por ese camino. Hasta con un poquito de suerte, a la Gober le toca inaugurarla y no a su sucesor.

Y traigo esto al caso por lo que comenté del paso -obligado- por esa zona de los visitantes nacionales e internacionales (se calculan unos 5 mil personas) que asistirán al Baja California Center a la celebración del más importante evento nacional de promoción turística: el Tianguis Turístico de México.

De por sí la Internacional inicia con una serie de puentes y gazas de incorporación en la Zona Río llenas de refugios y cuevas de personas drogadictas y pedigüeños (o ambas cosas) y, de frente a lo que vivimos día a día, un amontonadero de basura, aguas negras, malos olores, graffiti y maleza a lo largo de todo el camino hacia Playas.

Y ya no digamos lo horrible que es circular de tarde/noche de regreso de Playas de Rosarito por una avenida que no cuenta con alumbrado público medianamente eficiente, con casas, terrenos baldíos y construcciones casi abandonados o invadidas, llenas de lodo y suciedad, con auténticos “tendederos” de personas en situación de calle que hacen “fogatas” como si de campamento estuvieran.

Y bueno, aunado a todo lo anterior, tenemos la deficiente señalización de la obra en proceso que cierra y abre carriles “a contentillo” sin resolver agujeros en la superficie de rodamiento o las conexiones. ¡Y ni se te ocurra abrir la ventana porque el tufo a caca es insoportable!

De jardinería y embellecimiento mejor ni hablamos. Desde el talud de la canalización con las palmeras secas que puso el ex gobernador Bonilla hasta la maleza en el distribuidor del cañón del matadero, aquello en un golpe fatal a la vista por donde se le mire.

Faltan menos de 70 días y con el evento encima, no veo porque no avanzan en algo en el Gobierno del Estado o el Ayuntamiento.

Quizás estén esperando, como ya nos pasó en el Valle de Guadalupe (una joya de la corona turística abandonada a su suerte) que los empresarios del sector tuvimos que ponernos a bachear y limpiar carreteras y acomodar el marranero. ¡Yo esperaría que todo fuera un muy mal sueño y el gobierno haga lo mínimo que se requiere y me dejen boquiabierto limpiando a profundidad nuestra Tijuana! Muy pronto lo sabremos. Tic tac, tic tac, tic tac.

  • *- El autor es un opinólogo enamorado de su ciudad.

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