Cuando Pedro Infante cantó a capela en Mexicali
Esta historia que hoy les voy a platicar es para mí una de las más significativas que ha protagonizado un artista en Baja California.
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Esta historia que hoy les voy a platicar es para mí una de las más significativas que ha protagonizado un artista en Baja California.
Ocurrió hace casi 72 años, pero los cachanillas de mayor edad aún recuerdan el momento en que el ídolo de México, Pedro Infante, visitó el Cine Curto en Mexicali.
En 1953 Pedro Infante era sin duda el actor y cantante más famoso y más querido de todo el país.
Nadie lo igualaba en carisma y simpatía. A dónde iba se abarrotaban las taquillas
Pedro Infante cumplió 36 años de edad el 18 de noviembre de 1953. El 18 de noviembre es un día significativo para el que escribe estas líneas en el calendario porque fue el mismo en el que Walt Disney le dio vida a Mickey Mouse en un trozo de papel y también el mismo en el que un servidor llegó al mundo.
Cinco días antes de su cumpleaños, el ídolo mazatleco visitó Mexicali para ofrecer tres conciertos en el Cine Curto
La invitación y la logística de la gira corrieron a cargo de don Adolfo Curto, el empresario español que en 1946 fundó el cine que lleva su apellido y que entonces era el más elegante y glamuroso del norte de México.
Don Adolfo era compadre de Pedro Infante y más allá de una relación profesional de artista y empresario, había entre ellos un genuino cariño de amigos.
Por ello, cuando Pedro Infante visitaba Mexicali no se hospedaba en ningún hotel y elegía dormir en la llamada Casa Curto, en la planta alta del cinema, donde había unas habitaciones privadas acondicionadas para recibir visitantes.
El 53 fue uno de sus años más importantes de su carrera , pues filmó las películas Pepe el Toro, Dos tipos de cuidado, Ansiedad y Reportaje.
Su ritmo de trabajo era de lo más intenso, pero con todo y eso Pedro Infante nunca rechazaba una invitación a Baja California, por la que sentía un cariño especial
Cuando estaba en Mexicali le encantaba desayunar los biscuits del Café Azteca (Actividad recomendada para todo los lectores) y para comer solía pedir comida china del restaurante 19 que le llevaban hasta su habitación.
Al atardecer del 14 de noviembre, poco antes de iniciar su concierto, el ídolo de México salió a fumar al balcón de la Casa Curto y se dio cuenta que en la calle había mucha gente que se había quedado afuera porque no había alcanzado boleto para el espectáculo.
Fue entonces cuando para sorpresa de propios y extraños, Pedro Infante bajó a la calle y sin equipo de sonido y sin siquiera una guitarra que lo acompañara, se puso a cantar a capela para la multitud que se había congregado en la calle.
Para darnos una idea y tener un parámetro: ¿Se imaginan ustedes actualmente a Luis Miguel cantando gratis en una calle para un público que no alcanzó boleto para el concierto? Esa era la sencillez del ídolo de Guamuchil
Esa anécdota nos la contaron Susana y Sergio García, quienes actualmente administran el Mercado Cine Curto y con mucho gusto éxito han logrado recuperar esa etapa de esplendor que tuvo este mágico lugar.
Las tres presentaciones ofrecidas en el cinema fueron un éxito absoluto, pero la gira de Pedro Infante no terminó ahí.
Luego de sus tres shows en el Curto, el ídolo de México tomó el tren para irse hasta el poblado de Kilómetro 57 en el Valle de Mexicali donde una multitud se aglomeró para recibirlo en la estación.
Ofreció su concierto en el cine Kilómetro 57 y daba la impresión de que todo el Valle se hubiera dado cita ahí esa tarde.
Gente de Algodones y de San Luis Río Colorado se congregó en el lugar y fueron cientos los que se quedaron afuera.
Se cobró una entrada de seis pesos, pero fueron pocos los que alcanzaron boleto
Al ver que tanta gente se quedaría sin poder verlo, Pedro Infante hizo exactamente lo mismo que en el callejón Reforma: salió del recinto y a capela se puso a deleitar a quienes se habían quedado afuera.
La gente fue feliz aquella tarde. No hay videos o fotografías que lo certifiquen, pero las abuelas y abuelos del Valle nunca olvidan que Pedro Infante salió a cantarles al aire libre.
Tres años y medio después de aquella gira, Pedro Infante murió trágicamente cuando su avioneta se desplomó en Yucatán y cuenta la leyenda que un objeto fabricado en Mexicali fue clave para poder identificar su cuerpo, pero esa es otra anécdota que les narraré próximamente en otra crónica de la frontera.
*El autor colabora activamente en la regeneración de los centros históricos de Mexicali y de Tijuana.
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